Los narcos sufren por Covid19: aumentan los precios y baja la producción
En las últimas semanas, la célula delictiva se ha quedado sin viajar a China, por el confinamiento al que los ha obligado el COVID-19
Los narcos sufren por Covid19: aumentan los precios y baja la producción
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El Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo, está detrás del tráfico de grandes cantidades de droga a Estados Unidos. Sin embargo, debido a la pandemia de coronavirus, la cadena de suministro se ha vuelto compleja.
La razón es que los ingredientes químicos crudos utilizados por los cárteles para fabricar metanfetamina y fentanilo provienen principalmente de China, el epicentro del brote, por lo que ha disminuido la importación de insumos y ha golpeado al mercado, principalmente a la organización liderada por Ismael “El Mayo” Zambada.
La vulnerabilidad a la que ha sido sometida el Cártel de Sinaloa ha provocado el aumento de precios de la metanfetamina. Por órdenes de “El Mayo” el cristal pasará de 2,500 a 15,000 pesos.
Un “cocinero” aliado con el grupo criminal dijo para Río Doce que las indicaciones las recibieron la semana pasada a través de un mensaje de Whatsapp en el que se leía “Si no obedeces, presta atención a las consecuencias”.
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“Los precios son muy altos en este momento. Debido al coronavirus hay muy poca distribución o importación desde China a la Ciudad de México. Es difícil obtener los químicos, el jugo. Puedes conseguirlos, pero los precios están subiendo para todos", detalló un cocinero a Río Doce.
Antes de la crisis mundial, un kilo de fentanilo se vendía al mayoreo en 870,000 pesos. Actualmente cuesta hasta 1,000,000 de pesos.
Los cocineros de droga especulan que el precio de la metanfetamina ordenado por “El Mayo” tiene que ver más con el oportunismo que con la escasez química. Aseguran que en medida que la producción de metanfetamina se ha incrementado la competencia de los rivales ha aumentado y los márgenes de ganancia han disminuido.
El poderoso opiode sintético alguna vez fluyó directamente de China a los Estados Unidos a través del sistema de correo internacional, pero una represión por parte de las autoridades del país asiático estimuló la producción en México, y ahora los chinos suministran los precursores poco regulados para el proceso de cocción.
Los cárteles mexicanos han dominado el comercio de metanfetamina cristalina, especialmente desde mediados de la década de 2010, cuando Estados Unidos comenzó a restringir la venta de medicamentos para el resfriado, utilizados para fabricar metanfetamina en laboratorios locales.
Ésto también ha estimulado a los narcos mexicanos ha disminuir la producción de heroína. A los cárteles les ha resultado mucho más lucrativo fabricar drogas sintéticas ya que puede producirse durante todo el año con productos químicos que, hasta hace poco, eran baratos y fácilmente disponibles. La heroína por el contrario, requiere enormes campos de amapola, que sólo pueden ser cosechados estacionalmente por los agricultores.
Los cárteles de las drogas no han sido inmunes
A medida que aumentan los casos de coronavirus en Estados Unidos —69,210 casos confirmados— México y el vecino del norte anunciaron nuevas restricciones en los viajes fronterizos, una medida que podría significar nuevos desafíos para los narcotraficantes, principalmente los que pasan de contrabando sus productos escondidos en automóviles y camiones.
Según una conversación entre narcos del Cártel de Sinaloa y el diario Río Doce, la inestabilidad en la frontera ha hecho que modifiquen su modus operandi.
“Tiene como cinco días que empeoró todo, y lo último que enviamos fueron apenas tres kilos, aunque hay acuerdos con la patrulla fronteriza, y cuando van a cruzar mercancía la mula sabe por cual garita cruzar, y si de pronto cierran esa garita, cancelamos porque los jefes no quieren arriesgar”, señaló una “mula” (narcotraficante).
La semana pasada, el presidente del Estados Unidos, Donald Trump, anunció que la garita internacional de San Ysidro estaría cerrada a viajes no esenciales para ayudar a detener la propagación del nuevo COVID-19.
Bryce Pardo, investigador de la Corporación RAND aseveró que los mercados de drogas ilícitas podrían verse afectados aún más si los puertos marítimos se ven obligados a cerrar o limitar las operaciones en respuesta de más brotes de coronavirus.
“Habrá una gran cantidad de productos en los puertos, porque no habría suficiente gente para descargarlo [...] El problema podría solucionarse en Asia, pero luego en el lado de la administración en EEUU y México habría un retrasdo por la gente que no puede ir a trabajar ”, especificó.
La portavoz de la Agencia Antidrogas de EEUU, Katherine Pfaff, aseguró a Río Doce que están rastreando si el brote de coronavirus está afectando los mercados de drogas ilícitas, pero es demasiado pronto decir con certeza qué está sucediendo.
“La DEA continúa monitoreando estas cosas. Pasará algún tiempo hasta que tengamos una mejor idea de si la emergencia de salud ha afectado o no al tráfico de drogas”.
El coronavirus también habría pegado de lleno en la salud del mayor grupo criminal de la Ciudad de México, la Unión Tepito, que controla gran parte de los productos falsificados en el país.
Según documentos oficiales, desde 2010 la Unión Tepito es el gran director de una orquesta de comerciantes y mafiosos que hacen posible la llegada de productos hechos en China hasta los locales del centro de la capital de México. Una de esas células son Los Marcopolos, que no hablan inglés ni mandarín, pero que conocen China como su propia mano.
Los Marcopolos negocian la mercancía apócrifa y la mandan en contenedores que atraviesan el mundo por mar. Según reportes oficiales, los productos llegan usualmente a la zona libre de impuestos de Belice y cruza la frontera sur hasta México, sin sellos de la Secretaría de Hacienda. Al pisar suelo mexicano, Los Marcopolos llenan los tráileres de la Unión Tepito y los envían a la Ciudad de México por tierra. Todo se descarga en bodegas y la operación China-Tepito cierra otro capítulo.
En las últimas semanas, la célula delictiva se ha quedado sin viajar a China, por el confinamiento al que los ha obligado el COVID-19. Esto ha dejado los negocios desabastecidos y sin rutas alternativas de suministro.
Los comerciantes del barrio bravo confirmaron que desde enero la Unión Tepito anunció a los locatarios y líderes ambulantes que los viajes a Asia estaban suspendidos, por lo que debían cuidar su inventario.