Cae ‘Larry Changa’, uno de los fundadores del Tren de Aragua

La noticia que todos esperaban llegó la mañana del 1 de julio cuando el presidente Gustavo Petro anunció la captura de alias Larry Changa, uno de los fundadores del temido Tren de Aragua. Este duro golpe a la delincuencia se dio gracias a un operativo de la Policía Nacional en Circasia, Quindío.

El Ministerio de Defensa respaldó la noticia, detallando que Larry Amaury Álvarez Núñez, conocido como Larry Changa, fue detenido tras casi una década de fuga. Este capo, originario de Venezuela, se había evadido de la prisión de Tocorón en Aragua, y se convirtió en uno de los criminales más buscados a nivel internacional.

Los antecedentes delictivos de Changa son espeluznantes: dos órdenes de captura con circular roja de Interpol, emitidas por Venezuela y Chile, por terrorismo, tráfico de armas y municiones, extorsión agravada y secuestro, entre otros delitos.

Según el general William René Salamanca, este delincuente estaba en la mira de 196 países.

Formó parte de una alianza criminal en la cárcel de Tocorón junto a otros líderes del grupo, Niño Guerrero y Johan Petrica. En 2022, inteligencia reveló que Changa ingresó a Colombia con documentos falsos, estableciendo negocios en el Eje Cafetero y extendiendo el alcance de su organización.

La Fiscalía General de la Nación ya prepara su disposición a través de la Dirección de Asuntos Internacionales, a la espera de la documentación diplomática necesaria para proceder con la extradición.

Hace apenas cuatro días, las autoridades capturaron a Salomón Fernández Torres, alias El Salomón, en Aguazul, Casanare. Este venezolano, vinculado con actividades criminales desde 2019, operaba en Bogotá y Soacha. Entre sus crímenes se encuentran tráfico de estupefacientes, homicidios, extorsión, y secuestro.

Generaba ingresos de hasta 3.000 millones de pesos mensuales. En abril, se descubrieron cuerpos desmembrados en Bogotá, atribuidos a su organización. La Policía confirmó su participación en al menos cinco homicidios recientes. Operaba con unos 70 hombres, divididos entre almacenamiento de drogas y extorsiones, y su base de operaciones estaba en Kennedy, Bogotá.