Mundo - 03/2/14 - 11:02 AM
Elevado uso de esteroides entre gays y bisexuales
El estudio se publicó el domingo en la revista especializada Pediatrics.
Chicago
AP
Los varones adolescentes gays y bisexuales usan esteroides ilícitos casi seis veces más que los heterosexuales, una ``disparidad significativa'' que señala la necesidad de atender a este grupo, dijeron investigadores.
Las razones de la diferencia no están claras. Los autores del estudio dijeron que es posible que los adolescentes gays y bisexuales sienten más presión para lograr un físico muscular ``ideal'' masculino o piensen que la musculatura que desarrollan los esteroides los ayudarán a alejar a los acosadores.
En general, 21% de los varones adolescentes gays o bisexuales dijeron que habían usado esteroides, por 4% de entre los heterosexuales. La diferencia fue similar entre los que reportaron un uso moderado de esteroides _la ingesta de píldoras o inyecciones un máximo de 40 veces_: 8% de los adolescentes gays o bisexuales reportaron esa cantidad, en comparación con menos de 2% entre los heterosexuales. El mayor uso _40 veces o más_ fue reportado por 4% de los adolescentes gays o bisexuales, en comparación con menos de 1% entre los heterosexuales.
El estudio se considera el primero que analiza el problema. Estudios anteriores han mostrado disparidades similares en el abuso de otras sustancias.
``Es triste que hayamos observado tal disparidad'', especialmente entre los que usan esteroides con más frecuencia, dijo el coautor Aaron Blashill, sicólogo y científico del Instituto Fenway, división investigativa de un centro de salud de Boston que trata a gays y lesbianas.
``Sobre la base de una disparidad tan grande... parecería que es un grupo al que hay que prestar más atención'', dijeron los autores.
El estudio se publicó el domingo en la revista especializada Pediatrics.
El estudio, que es representativo a nivel nacional, es un análisis de encuestas realizadas por el gobierno entre 2005 y 2007. Abarcó a 17.250 adolescentes de un promedio de 16 años; casi 4% _635_ eran gays o bisexuales. Blashill dijo que es más probable que información reciente muestre que la disparidad persiste.
El doctor Rob Garofalo, jefe de medicina de la adolescencia en el Hospital Infantil Lurie en Chicago, dijo que las diferencias no son sorprendentes porque se sabe que la juventud gay con frecuencia tiene ``problemas de imagen corporal''. Pero agregó que ``incluso así es chocante. Son índices significativamente elevados''.
La Administración de Alimentos y Medicinas (FDA, por sus siglas en inglés) emitió en noviembre una actualización dirigida a los consumidores en que advirtió que la adolescencia y los esteroides son una ``combinación peligrosa'', y cita información del gobierno que muestra que aproximadamente 5% de los varones y 2% de las mujeres en educación secundaria usan esteroides, lo que equivale a más de medio millón de adolescentes.
Los esteroides incluyen versiones sintéticas de la hormona masculina testosterona. Los que las usan quieren fomentar el desarrollo muscular, la fuerza y la resistencia. Los efectos secundarios incluyen problemas cardíacos y hepáticos, hipertensión, acné y comportamiento agresivo.
AP
Los varones adolescentes gays y bisexuales usan esteroides ilícitos casi seis veces más que los heterosexuales, una ``disparidad significativa'' que señala la necesidad de atender a este grupo, dijeron investigadores.
Las razones de la diferencia no están claras. Los autores del estudio dijeron que es posible que los adolescentes gays y bisexuales sienten más presión para lograr un físico muscular ``ideal'' masculino o piensen que la musculatura que desarrollan los esteroides los ayudarán a alejar a los acosadores.
En general, 21% de los varones adolescentes gays o bisexuales dijeron que habían usado esteroides, por 4% de entre los heterosexuales. La diferencia fue similar entre los que reportaron un uso moderado de esteroides _la ingesta de píldoras o inyecciones un máximo de 40 veces_: 8% de los adolescentes gays o bisexuales reportaron esa cantidad, en comparación con menos de 2% entre los heterosexuales. El mayor uso _40 veces o más_ fue reportado por 4% de los adolescentes gays o bisexuales, en comparación con menos de 1% entre los heterosexuales.
El estudio se considera el primero que analiza el problema. Estudios anteriores han mostrado disparidades similares en el abuso de otras sustancias.
``Es triste que hayamos observado tal disparidad'', especialmente entre los que usan esteroides con más frecuencia, dijo el coautor Aaron Blashill, sicólogo y científico del Instituto Fenway, división investigativa de un centro de salud de Boston que trata a gays y lesbianas.
``Sobre la base de una disparidad tan grande... parecería que es un grupo al que hay que prestar más atención'', dijeron los autores.
El estudio se publicó el domingo en la revista especializada Pediatrics.
El estudio, que es representativo a nivel nacional, es un análisis de encuestas realizadas por el gobierno entre 2005 y 2007. Abarcó a 17.250 adolescentes de un promedio de 16 años; casi 4% _635_ eran gays o bisexuales. Blashill dijo que es más probable que información reciente muestre que la disparidad persiste.
El doctor Rob Garofalo, jefe de medicina de la adolescencia en el Hospital Infantil Lurie en Chicago, dijo que las diferencias no son sorprendentes porque se sabe que la juventud gay con frecuencia tiene ``problemas de imagen corporal''. Pero agregó que ``incluso así es chocante. Son índices significativamente elevados''.
La Administración de Alimentos y Medicinas (FDA, por sus siglas en inglés) emitió en noviembre una actualización dirigida a los consumidores en que advirtió que la adolescencia y los esteroides son una ``combinación peligrosa'', y cita información del gobierno que muestra que aproximadamente 5% de los varones y 2% de las mujeres en educación secundaria usan esteroides, lo que equivale a más de medio millón de adolescentes.
Los esteroides incluyen versiones sintéticas de la hormona masculina testosterona. Los que las usan quieren fomentar el desarrollo muscular, la fuerza y la resistencia. Los efectos secundarios incluyen problemas cardíacos y hepáticos, hipertensión, acné y comportamiento agresivo.