Santos lleva a Alemania su fe en un proceso de paz que lega a su sucesor (Video)
La primera jornada de su previsiblemente última visita a Alemania como presidente estuvo consagrada a reuniones con el presidente Steinmeier, primero, y ante empresarios alemanes.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, plasmó hoy en Alemania su fe en un proceso de paz cuya conclusión no dependerá ya de él, sino de su sucesor, y lanzó un mensaje de optimismo en lo que respecta al reinicio del diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
"Tengo fe, porque toda mi vida he sido un optimismo nato, en que ese proceso también concluirá bien. Será difícil, como lo es el de las FARC. Pero no hay alternativa a la paz y el ELN también lo entiende así", aseguró Santos ante el Congreso de los Católicos alemanes en Münster (oeste).
Santos acudió a esa ciudad renana tras haberse reunido, el día anterior, con su homólogo Frank-Walter Steinmeier y con empresarios alemanes, coincidiendo con la reanudación del diálogo con el ELN, este jueves, en La Habana.
"Vamos a hacer todos los esfuerzos para lograrlo", insistió Santos ante su auditorio, esencialmente ciudadanos alemanes pero también algunos colombianos, tras resumir, en una sesión de casi dos horas, lo que fue la apertura del proceso hasta la firma del acuerdo de paz con la principal de las guerrillas colombianas, las FARC.
Agradeció el apoyo recibido "desde el primer momento" de Alemania, recordó que la canciller Angela Merkel le transmitió ya en su primer encuentro como presidente, ocho años atrás, ese respaldo y cómo ese país se convirtió en el tercer contribuyente internacional al proceso y también a las ayudas al postconflicto.
Santos relató asimismo ante los centenares de asistentes al debate algunos de los obstáculos que han tenido que superarse, así como lo mucho que queda por hacer hasta darlo por concluido.
"Vivimos terribles conmociones", respondió a una pregunta sobre cómo afrontó el no a los acuerdos de paz en el plebiscito de diciembre de 2016 y se refirió también a los asesinatos de líderes sociales, al narcotráfico, a la compleja restitución de tierras o a la sustitución de los cultives ilegales por legales.
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Se mostró determinado a "avanzar lo más rápido posible" en lo que respecta a los diálogos con el ELN, ante la evidencia de que en tres meses dejará el cargo a quien se imponga en las próximas elecciones presidenciales -cuya primera vuelta se celebrará el 27 de mayo-.
"Afortunadamente, nos hemos dedicado también a sembrar un árbol fuerte con raíces fuertes", afirmó, preguntado sobre la posibilidad de que el próximo presidente no sea un "amigo de su proceso", para aludir a los mecanismos jurídicos y políticos articulados para impedir que se le dé marcha atrás a lo suscrito con las FARC.
En los próximos tres gobiernos, ningún presidente podrá emitir decretos que vayan en contra del cumplimiento de los acuerdos de paz con las FARC, aseveró, para recordar que esta guerrilla entregó las armas y se convirtió en partido político.
Santos compartió su debate, por parte del Gobierno alemán, con la ministra de Justicia, Katarina Barley, y también con el arzobispo Luis Augusto Castro Quiroga, para quien "la paz tiene dos caras", la exterior o cese el fuego, y la interior, consistente en "descubrir que somos hermanos que se aman, no lobos que se despedazan"
El presidente colombiano fue recibido como "embajador internacional de la paz" y Premio Nobel de 2016 en el Congreso de los Católicos alemanes, evento de cinco días al que asiste la plana mayor de la política alemana, desde el presidente Steinmeier a la canciller Merkel, quien intervendrá mañana.
La primera jornada de su previsiblemente última visita a Alemania como presidente estuvo consagrada a reuniones con el presidente Steinmeier, primero, y ante empresarios alemanes, donde resumió el balance su gestión con la frase "estamos entregando un país que es bastante mejor que el que nosotros recibimos".
La gira europea de despedida de Santos seguirá el viernes en Budapest, donde además de reunirse con empresarios será recibido por el primer ministro húngaro, Víktor Orbán, y el presidente János Áder, y se cerrará en Asís (Italia), donde asistirá a la entrega del Premio Lámpara de la Paz a Merkel.