Venezolanos se toman las calles en huelga para expulsar a Maduro

Los médicos en bata, los hombres de negocios en trajes y los trabajadores de la construcción en pantalones vaqueros se reunieron en las calles de la capital de Venezuela el miércoles, agitando la bandera de su nación y exigiendo que Nicolás Maduro renuncie al poder en una huelga organizada por la revitalizada oposición de la nación a aumenta la presión sobre el presidente asediado.

Los manifestantes dijeron que estaban prestando atención al llamado de la oposición para otra manifestación masiva a pesar de la respuesta dura de las fuerzas de seguridad durante la última semana para sofocar las protestas contra el gobierno.

"Ahora salgo más que nunca", dijo Sobeia González, de 63 años. "Tenemos mucha más fe en que a este gobierno le queda muy poco tiempo".

La última huelga se produce una semana exactamente después de que el líder opositor Juan Guaidó se proclamara el presidente legítimo de la nación en medio de un mar de partidarios, lanzando a la nación a un nuevo capítulo de tumulto político mientras el movimiento anti-Maduro intenta establecer un gobierno de transición y el líder socialista. se aferra al poder.

"Nos quedamos en las calles", dijo Guaidó a los estudiantes en una aparición sorpresa en la Universidad Central de Venezuela. "No solo en protesta por la crisis que vivimos en toda Venezuela, no solo por lo mal que están las cosas, sino también por el futuro".

[VIDEO] Así estuvo el estado Falcón este #30Ene. Fue la marcha antiimperialista y contra el intervencionismo, conducida por @dcabellor y el gobernador Víctor Clark. A pesar de la cantidad de gente, fue un evento censurado por la mayoría de los medios acreditados en #Venezuela. pic.twitter.com/blzHsvKVzB

— Érika Ortega Sanoja (@ErikaOSanoja) 30 de enero de 2019

El legislador de 35 años se ha transformado de una figura de oposición poco conocida en una fuerza de mando en la política de la nación con el respaldo del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y de otras dos docenas de naciones que lo reconocen como presidente interino de Venezuela.

La agitación se ha transformado en un enfrentamiento geopolítico mayor cuando Maduro acusa a los EE. UU. De organizar un golpe de estado respaldando a Guaidó y sancionando sanciones petroleras mientras que los poderosos aliados de Venezuela, China y Rusia, siguen apoyando al presidente.

El martes, la Corte Suprema apilada por el gobierno impidió que Guaidó abandonara el país y congeló sus cuentas bancarias a medida que avanzaba la investigación de sus actividades antigubernamentales dirigidas por Maduro-ally y el fiscal general Tarek William Saab. El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, advirtió que si Guaidó se ve perjudicada, Venezuela enfrentará "graves consecuencias".

Hasta el momento, Guaidó ha logrado evitar el arresto y la Corte Suprema no lo despojó de su inmunidad legislativa, aunque la nueva investigación podría indicar que la administración de Maduro se está moviendo para adoptar un enfoque más punitivo en los próximos días.

Hablando en la huelga, Guaidó dijo que no estaba perdiendo ningún sueño por la sonda. "No queremos salir del país", dijo. "Queremos que la gente regrese".

Maduro se reunió el miércoles con tropas militares, oró con partidarios evangélicos y lanzó un video instando al pueblo estadounidense a levantarse contra Trump y apoyarlo como el legítimo líder de Venezuela. Dijo que Trump tiene sus ojos en las vastas reservas de petróleo de Venezuela y advirtió contra cualquier intervención militar de los Estados Unidos.

"No permitiremos un Vietnam en América Latina", dijo Maduro. "Si el objetivo de Estados Unidos es invadir, tendrán un Vietnam peor de lo que se puede imaginar".

Maduro ha estado supervisando los ejercicios de entrenamiento militar emitidos en la televisión estatal casi a diario durante la semana pasada en un aparente intento de demostrar que todavía tiene el respaldo de las fuerzas armadas, cuyo apoyo es clave para la declaración de la presidencia de cualquiera de los hombres.

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En una entrevista con la agencia de noticias estatal RIA Novosti de Rusia, Maduro dijo que estaba "dispuesto a sentarse a conversar con la oposición por la paz de Venezuela y su futuro", una oferta que ha repetido con frecuencia pero que la oposición es reacia. aceptar. También acusó a Trump de haberle pedido un golpe en Colombia, pero no ofreció pruebas.

Es probable que la nación ya en apuros se enfrente a tiempos aún más difíciles después de que Estados Unidos impuso sanciones el lunes a la compañía petrolera estatal de Venezuela, lo que podría privar al gobierno de Maduro de $ 11 mil millones en ingresos por exportaciones durante el próximo año.

Maduro calificó las sanciones como "criminales" y prometió desafiar a los Estados Unidos en los tribunales.

Las violentas manifestaciones callejeras estallaron la semana pasada después de que Guaidó declarara durante una gran manifestación de la oposición en Caracas que había asumido los poderes presidenciales según la Constitución y que tenía previsto celebrar nuevas elecciones para poner fin a la "dictadura" de Maduro.

Bajo la constitución de Venezuela, el jefe de la Asamblea Nacional está facultado para asumir los deberes del jefe ejecutivo en una serie de circunstancias en las cuales la presidencia está desocupada. La oposición argumenta que la reelección de Maduro en mayo pasado fue una farsa.

La oficina de derechos humanos de la ONU dice que las fuerzas de seguridad en Venezuela detuvieron a casi 700 personas en solo un día de protestas antigubernamentales la semana pasada, el mayor conteo de este tipo en un solo día en el país en al menos 20 años, y que más de 40 personas delicado.

Los aliados de Maduro culpan a la oposición por la violencia y niegan el alto número de muertos, así como los informes de que entre los arrestados hay menores de edad.

Guaidó pidió a los venezolanos que salgan a las calles el miércoles con carteles que indiquen “sus razones para luchar” e instando a las fuerzas armadas a unirse a ellos.

"Quiero una Venezuela libre", varios manifestantes en el distrito de Chacao de la capital escribieron en sus carteles cuando los automóviles y camiones que pasaban tocaban la bocina. Otros corearon: "¡Maduro es un delincuente, no un presidente!"

Entre los que protestaban estaba el Dr. Hugo Rosillo, quien se encontraba frente a un hospital infantil a pocas cuadras del palacio presidencial de Maduro. Dijo que él y otros estaban hartos de no poder tratar a sus pacientes que enfrentan enfermedades potencialmente mortales como el cáncer.

Dijo que el hospital se ha convertido simplemente en "un almacén para cadáveres".