Absuelto por crimen en hospital Punta Pacífica
Absuelto por crimen en hospital Punta Pacífica
Absuelto por crimen en hospital Punta Pacífica
Por: Jorge Luis Barría Crítica -
Como “No culpable” del homicidio de Tatiana Lorenzo Boyd fue declarado el colombiano Kevin Andrés León Buritica, de 28 años. La mujer fue asesinada de cinco tiros el 18 de mayo de 2017 en una cafetería del hospital de Punta Pacífica.
El juicio oral que se extendió por tres días culminó ayer con la presentación de al menos nueve pruebas, que incluían las declaraciones de los peritos y pruebas documentales.
Llegada del vinculado
Cerca de las 9:40 a.m. llegó esposado y con grilletes Kevin León al Sistema Penal Acusatorio de plaza Ágora. Vestía una camiseta amarilla de la selección de su país, Colombia, un pantalón corto blanco y chancletas.
Kevin fue llevado al baño del recinto para que se cambiara y así participar de manera formal del juicio oral que estaba por empezar. Ahora entró a la sala #1 con una camisa blanca, pantalón de tela azul y zapatos negros, un rostro bastante fresco, con barbas bien cortadas.
En ocasiones, el hombre levantaba su mano derecha para tocarse el rostro y se le observaba un tatuaje de un círculo en rojo, mientras que en su cuello, al lado izquierdo, mantenía uno más pequeño que a simple vista decía la palabra “Fe”.
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Fue la que no perdió, porque de parte de la madre, quien lo acompañó durante todo el juicio en oración, Kevin en su mano tenía una pequeña hoja que parecía una oración y que no soltó en ningún momento, inclusive en los recesos.
Audiencia
La audiencia que se tornó muy extensa no solo provocó el cansancio del público, sino de los mismos magistrados, inclusive uno de ellos en varias ocasiones cerró sus ojos, como si estuviera dormido -mientras que la fiscal Isaura Mejía presentaba sus alegatos- por lo que el magistrado tuvo que tomarse varias tazas con café.
Mejía alegó que la vinculación de Kevin con el homicidio radicaba por medio del celular, el alquiler del auto en el que supuestamente escaparon los delincuentes y una supuesta ropa encontrada dentro de la residencia del hombre en un allanamiento, la cual, según la fiscal, fue la que utilizó el día de los hechos.
Cuando uno de los testigos, que fungía como analista de la Policía Nacional, se disponía a sustentar su participación en las investigaciones, fue objetado por Maybe Palma, una de las dos defensoras públicas que tenía el procesado, aduciendo que el mismo no era idóneo para presentar pruebas, toda vez que no tenía las acreditaciones suficientes para detallar los informes que eran considerados por la fiscal como pruebas contundentes para el caso.
El tribunal admitió la solicitud de la defensa pública, y no permitió que la fiscalía indagara al investigador con la documentación que presentaba el informe con gráficos, de la relación de las líneas telefónicas de Kevin con el lugar de los hechos.
Según detallaron varios de los testigos, un auto sedán blanco, parecido al que alquiló Kevin, el día del crimen estuvo dando varias vueltas por calles aledañas al hospital, y una vez los sicarios cumplieron con su cometido, huyeron en la misma dirección en que estaba el auto sedán, pero las cámaras de vigilancia no lo pudieron captar con claridad.
Esa situación que puso en aprietos al Ministerio Público en las investigaciones que se iniciaron desde el 14 de junio de 2017, cuando a Kevin lo detuvieron en una discoteca de Santa Ana.
En medio de una triangulación de llamadas, el Ministerio Público determinó que del teléfono de Kevin habían salido varias llamadas que concordaban con otros números telefónicos desconocidos, que se encontraban en el mismo perímetro de Tatiana, días antes del crimen, es decir que le estaban dando seguimiento, con anterioridad.
“La forma como se ejecutó el hecho en la fase de investigación solo se pudo dar con la investigación de Kevin León, ya que no quiso cooperar ni esclarecer el crimen”, destacó la fiscal Mejía.
Por su parte, la defensora pública Maybe Palma señaló que su defendido llevaba 19 meses detenido, sin tener la certeza de que el carro que supuestamente conducía era el que se utilizó para que se fugaran los presuntos delincuentes, además que no se acreditó la complicidad del joven en este delito.
La muerte de Tatiana Lorenzo Boyd quedó impune, como si hubiera sido el crimen perfecto, el único vinculado quedó absuelto, la teoría del crimen no fue esclarecida, por lo que el móvil nunca fue conocido.
Lo único que se manejó fue que cerca de las 11:30 de aquel jueves 18 de mayo, unos sujetos se mantenían dentro del hospital y tras vigilancias, llegaron hasta la mesa de Tatiana y le efectuaron un disparo en la cabeza, a pesar de que la mujer cayó tendida en el suelo, los sicarios la remataron con cuatro disparos más.
Nunca se pudo captar el rostro de los asesinos, a pesar de la pluralidad de cámaras en el sector, pero, además de eso, las pruebas recabadas por el Ministerio Público en la fase de investigación no fueron elementos suficientes para que el jurado de conciencia, conformado por cuatro mujeres y tres hombres, declarara la culpabilidad de Kevin Andrés León Buritica, tras deliberar por una hora y 45 minutos.
Tras la decisión, la magistrada presidente del tribunal ordenó la liberación inmediata del hombre, quien de la alegría se abrazó junto a sus familiares presentes.