Ameglio: Tribunal Electoral nos quiere agarrar de pendejos

Ameglio explicó que cuando se pidió revisar las firmas rechazadas se recuperó un gran porcentaje, pero de repente esa fase se suspendió sin ningún tipo de explicaciones.

Por: Redacción / Critica - Martes 08 de enero de 2019 05:45 PM

El precandidato presidencial por libre postulación Marco Ameglio pidió a Panamá “abrir los ojos” frente a un Tribunal Electoral que nos “quiere agarrar de tontos y pendejos”.

Ameglio –quien cuestiona el proceso de validación de firmas aplicado a su candidatura- advirtió ese mismo Tribunal Electoral, que no supo manejar un proceso de libre postulación, que no ha sido transparente, cambian las reglas del juego y manipula los procesos, es el que quiere ser garante de los comicios del 5 de mayo,
Un incisivo Ameglio advirtió que el 5 de mayo no será otro departamento de informática, ni un tribunal de Suiza, de Costa Rica o de las Naciones Unidas, el que estará encargado de las elecciones en Panamá, sino éste mismo que no solo no ha sido transparente, sino que actuó con dolo y mala intención.

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Marco Ameglio dijo que es el único candidato que es capaz de enfrentar el monstruo de tres cabezas que controla el gobierno en Panamá y a la que se le sumó ahora una femenina desde la Asamblea Nacional, pero que intenta presentarse como si no lo fuera, en una alusión indirecta a la diputada y precandidata Ana Matilde Gómez.
El precandidato Ameglio retó a muchos de esos independientes que se rasgan las vestiduras, pero son dependientes de grupos de intereses y del poder económico que solo buscan controlar licitaciones. Los retos a que demuestren sus informes económicos y verán que no son ni siquiera capaces de pagar por si solos una cuenta de luz o su propia gasolina.
Además cuestionó a otro precandidato que pretende salir como un “conejo” del sombrero de los “magos de pacotilla” que hay en el Tribunal Electoral.
El aspirante a la presidencia de la república denunció que cuando en el Tribunal Electoral se detectó el empuje de su candidatura se comenzó a elevar el rechazo de firmas. Se le invalidaban casi el 80%, pero a una precandidata solo le objetaban el 20.
Ameglio explicó que cuando se pidió revisar las firmas rechazadas se recuperó un gran porcentaje, pero de repente esa fase se suspendió sin ningún tipo de explicaciones.