Arzobispo cuestiona burla olímpica a la Última Cena

El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, calificó de sacrilegio eucarístico lo que se produjo en la inauguración de los Juegos Olímpicos al convertir la sagrada ceremonia de la Última Cena de Jesús, en un espectáculo de drag queen.

"Es una pena que el grandioso acontecimiento de las Olimpiadas, que se supone une al mundo en torno al respeto, la unidad y la igualdad de oportunidades, sea recordado más por las chocantes imágenes de la última escena protagonizada por transexuales, y no por la belleza y alegría de los atletas que se reúnen en la ciudad luz para la sana competencia y la paz", destacó Ulloa en su homilía dominical.

Para el prelado, es una pena que esa minoría que intenta imponer su ideología, escandalicen al mundo con imágenes que nada tienen que ver con el espíritu olímpico, solo por el afán de ofender a Dios y asquear al mundo.

Ulloa preguntó ¿qué vamos a hacer los creyentes? ¿Nos quedaremos inmóviles como quien ve una película de horror? ¿Será para nosotros un episodio más en una sociedad donde nos estamos acostumbrando demasiado a lo chabacano e incorrecto?

Para monseñor los que atacan la Última Cena, no soportan al Dios, la eucaristía, no toleran su mensaje de verdadera Libertad, Igualdad y Fraternidad.

¡No dejemos que esto sea una anécdota más! Alabemos a nuestro Dios, celebremos su Señorío en nuestras vidas. Solo así demostraremos que se equivocan quienes llaman derecho al pecado, y libertad a la imposición de sus ideas, expresó el arzobispo, reiterando que los católicos se sienten ofendidos y condenan la absurda y evitable burla de las olimpiadas de París a la Última Cena.

Los organizadores de los Juegos Olímpicos se disculparon por la escena que evocó “La Última Cena”, durante la ceremonia del viernes donde se presentó a la DJ y productora Bárbara Butch, un ícono LGBTQ+, flanqueada por artistas drag y bailarines.