¡Gerardito, un mago de la fotografía!
¡Gerardito, un mago de la fotografía!
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Casi medio Panamá tiene un recuerdo de Gerardito. La historia familiar quedó registrada por este mago del lente que murió el 6 de febrero a la edad de 91 años.
Gerardo Loo nació en Remedios, Chiriquí. A los 5 años fue a China donde hizo sus estudios primarios y secundarios. Conoció a su esposa trabajando en un periódico en Hong Kong.
Rebecca Loo, una de sus hijas, dijo que aunque a su papá le gustaba fotografía desde pequeño, su habilidad lo adquirió cuando estudió Geología en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Mejoró su técnica tomando muchas fotografías de rocas y paisajes. Su habilidad fotográfica evolucionó eventualmente a tomar retratos de personas.
Gerardito viajaba todos los años para participar en la convención anual de Fotógrafos Profesionales de América (Professional Photographers of America - PPA) en los Estados Unidos y tomar clases para perfeccionar su técnica.
Su primer estudio fotográfico estuvo ubicado en la Avenida Perú. Dos años después se mudó al mítico Foto Estudio Gerardito, en Vía España frente al antiguo colegio Javier. En los fines de semana aceptaba trabajos como fotógrafo de eventos sociales como bodas, lo cual dejó cuando tenía demasiado trabajo en el estudio. Su especialidad era fotografías en blanco y negro. Pero poco a poco incorporó fotografías a colores.
En el estudio usted encontraba toda clase de indumentaria para plasmar su recuerdo fotográfico. Había togas, sombreros, birretes y otros elementos para engalar la ocasión.
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Rebecca recuerda que su padre tuvo dos fieles y excelentes empleados que trabajaron en el estudio por más de 30 años: Basilio Batista, retocando negativos, y José Jiménez, en el cuarto oscuro revelando fotografías. No puedo dejar de mencionar a mi mamá, Peggy, quien estuvo siempre a su lado brindando tremendo apoyo moral y práctico.
Con el tiempo, Gerardito abrió una sucursal en David, Chiriquí. El fotógrafo de la sucursal fue mi su cuñado Antonio Hudson Lau.
Gerardo Loo se jubiló en 1997. Aproximadamente un año después se mudó a Los Angeles, California, donde permaneció hasta su fallecimiento. Sus pasatiempos incluía escuchar música, el arte, la jardinería, leer artículos de mejoramiento personal y escuchar las noticias.
Le sobreviven su esposa, Peggy Lau de Loo, tres hijas: Suzanne Loo de Lao, Jacqueline Loo y Rebecca Loo: dos nietos, Jennifer Lao Ning (casada con Don Ning) y Alberto Gerardo Lao, y dos biznietas: Evelyn y Madelyn Ning.
