Grito en el silencio y una esperanza
Grito en el silencio y una esperanza
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Por: Por: Roberto Ballesteros A. / Especial para Crítica -
El Parque Nacional Darién se ha transformado en una selva de trochas improvisadas, pero llenas de esperanzas para miles de personas provenientes Colombia que atraviesan un paisaje inhóspito, peligroso y tenebroso, propio de la naturaleza selvática.
Selva virgen, casi intacta, Reserva de la Biósfera desde 1983 por la UNESCO, que al llegar presenta una tensa calma y a su vez una escalofriante sensación de impotencia ante un mar verde, hostil e imponente.
Luego de su periplo hasta territorio panameño, nos encontramos un mar humano de diversas nacionalidades, buscando ese sueño, que muchos no pudieron concretar, ya que la madre cobró sus vidas… padres, hijos, hermanos, primos, esposos o amigos, que jamás volverán a ver.
Ante este escenario, que toca las fibras de cualquier ser humano, nos tocó observar este fin de semana en Lajas Blancas, la llegada de cientos de personas entre niños, adultos y mujeres embarazadas, que a pesar del evidente desgaste físico, se podía percibir un brillo en sus ojos que denotaban esperanza y fe.
En esta oportunidad se encontraba en esa misma Estación Temporal de Recepción Migratoria (Las Blancas), el apóstol Edwin Álvarez, acompañado del siervo Rodrigo Arosemena, Adolfo Pérez, la reconocida periodista de Hosanna Visión, Nubia Cañizales y decenas de colaboradores, quienes dejaron todo por atender a estos migrantes de manera espiritual, alimentaria y médica.
Fue una oportunidad que le permitió a este hombre de Dios y su equipo de trabajo, observar lo que está sucediendo y lo que calificó como una situación dramática, en la que el Estado panameño ha destinado recursos, pero que Dios lo recompensará.
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El líder espiritual de la comunidad Apostólica Hosanna, aprovechó para orar por los miles de migrantes que día a día llegan a nuestro país, así como por el presidente Laurentino Cortizo, el Ministerio de Seguridad Pública y sus entidades como el Servicio Nacional de Fronteras, Servicio Nacional de Migración y el Servicio Nacional Aeronaval, al igual que por todas las entidades estatales y no gubernamentales que están apoyando actualmente.
Por su parte, el ministro Juan Pino, quien estuvo dicha comunidad, señaló “que el flujo migratorio es uno de los escenarios que se manejan en materia de seguridad, lo cual se combina con el tema “humanitario”, y que Panamá, con mucho esfuerzo, está tratando de cumplir con todas las normas y parámetros internacionales, a fin de ofrecerle a los migrantes un trato digno, seguridad, atención médica y alimentación.
“No obstante hemos llegado a un escenario que ya se anticipa al más alto nivel, es decir, una crisis humanitaria de grandes proporciones… una realidad ante la cual nuestra “humanidad” no nos debe permitir ser indiferentes”, afirmó el ministro.
El titular de seguridad agradeció al apóstol Álvarez y todo su equipo, así como a las organizaciones nacionales y extranjeras que están apoyando a través de sus acciones humanitarias
Cabe señalar, que en lo que va del presente año han ingresado por la frontera del Darién 232,688 personas, al mes de julio 36,317 y ayer domingo unos 3,112 migrantes.
Para el mes de julio del 2021, el flujo migratorio fue de 18,813 y en el 2022 de 22,822 personas.