Nacional - 21/10/13 - 07:33 PM
Industria del libro debe avanzar sin miedo hacia el mundo digital
En esta segunda jornada del Congreso, que inició ayer y se extenderá hasta el miércoles, los expertos disertaron sobre asuntos como la industria del libro, y los procesos creativos y de comunicación desencadenados en torno a él.
Panamá
EFE
La industria del libro en español debe avanzar sin miedo hacia una transformación para satisfacer el creciente mercado de lectores que usa dispositivos electrónicos, en el marco de la nueva revolución tecnológica que definirá el futuro de la cultura, dijeron hoy expertos en el VI Congreso Internacional de la Lengua Española que se celebra en Panamá.
En esta segunda jornada del Congreso, que inició ayer y se extenderá hasta el miércoles, los expertos disertaron sobre asuntos como la industria del libro, y los procesos creativos y de comunicación desencadenados en torno a él.
Los expositores en una mesa sobre la industria del libro en español coincidieron en que el sector ha iniciado lento y con rezago, en comparación con el mundo anglosajón, su transición hacia lo digital, pero sostuvieron que se trata de un proceso inevitable que debe ser encarado sin temor.
El académico mexicano Raúl Padilla López dijo en una ponencia general que "así como en el caso de la industria de la música y el vídeo se disolvió el soporte físico y cambió el modelo de negocio, era lógico que ocurriera lo mismo en el terreno literario".
En declaraciones a Acan-Efe, Padilla, fundador y presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, atribuyó el rezago de la industria editorial en español en cuanto al libro electrónico a una falta de visión de sus directivos, que a inicios de 2000 vieron como muy lejano un proceso que terminó siendo casi inmediato.
También mencionó que factores económicos ralentizaron el acceso de la población hispanohablante, al menos en América Latina, a los dispositivos electrónicos que están revolucionando la forma cómo la gente lee y tiene acceso a la cultura.
"El futuro de la cultura se debatirá en el terreno del acceso a la tecnología", y en ese contexto, "se sigue abriendo paso el libro electrónico", por lo que en esta "época de compleja transición sufrirá tremendamente la industria" editorial, argumentó Padilla.
El vicepresidente de la Fundación Santillana, Emiliano Martínez, reconoció en declaraciones a Acan-Efe que los editores observan con "inquietud" ese proceso, por las grandes "transformaciones" que implica "tanto en la economía de la edición como en la cadena del libro".
"Pero creo que no hay que tener temor ni miedo (...) espero que acabe pasando (la proliferación del libro digital en español) lo que no me atrevería es ponerle un tiempo, porque cada vez que se han hecho pronósticos se ha revelado que los obstáculos que hay tienen fuerza, al menos, para ir demorándolo", dijo Martínez a Efe.
Entre esos obstáculos el vicepresidente de la Fundación Santillana mencionó que en el mundo hispanohablante persiste una "gran dificultad" para dar con los mecanismos de regulación que permitan el desarrollo de una industria del libro digital.
Pero más allá del soporte, en papel o digital, lo que impera es la necesidad de cultivar y fomentar el hábito de la lectura, dijo a Efe el presidente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, Gerardo Piña.
"No es la primera vez que ocurre un cambio tecnológico y lo fundamental es la lectura, bien sea en la arena de la playa, en una corteza de árbol o un pergamino", dijo Piña.
Los procesos creativos y de comunicación, que cobran nuevos sentidos en el mundo contemporáneo al involucrar otras actividades, como la difusión cultural, la crítica literaria o las sociedades en red, también fueron analizados por otro panel de expertos en esta segunda jornada del VI Congreso de la Lengua Española.
El periodista español Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa, disertó sobre las repercusiones del lenguaje, mientras que el escritor chileno Antonio Skármeta habló sobre las formas de lograr una mayor recepción por parte de la sociedad sobre la cultura y la educación, a través de la televisión.
En una entrevista con Acan-Efe, el novelista chileno abogó por "una estrategia posible para que la literatura y el libro resulte comunicativo a un espectador, a un público tan amplio como los telespectadores".
EFE
La industria del libro en español debe avanzar sin miedo hacia una transformación para satisfacer el creciente mercado de lectores que usa dispositivos electrónicos, en el marco de la nueva revolución tecnológica que definirá el futuro de la cultura, dijeron hoy expertos en el VI Congreso Internacional de la Lengua Española que se celebra en Panamá.
En esta segunda jornada del Congreso, que inició ayer y se extenderá hasta el miércoles, los expertos disertaron sobre asuntos como la industria del libro, y los procesos creativos y de comunicación desencadenados en torno a él.
Los expositores en una mesa sobre la industria del libro en español coincidieron en que el sector ha iniciado lento y con rezago, en comparación con el mundo anglosajón, su transición hacia lo digital, pero sostuvieron que se trata de un proceso inevitable que debe ser encarado sin temor.
El académico mexicano Raúl Padilla López dijo en una ponencia general que "así como en el caso de la industria de la música y el vídeo se disolvió el soporte físico y cambió el modelo de negocio, era lógico que ocurriera lo mismo en el terreno literario".
En declaraciones a Acan-Efe, Padilla, fundador y presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, atribuyó el rezago de la industria editorial en español en cuanto al libro electrónico a una falta de visión de sus directivos, que a inicios de 2000 vieron como muy lejano un proceso que terminó siendo casi inmediato.
También mencionó que factores económicos ralentizaron el acceso de la población hispanohablante, al menos en América Latina, a los dispositivos electrónicos que están revolucionando la forma cómo la gente lee y tiene acceso a la cultura.
"El futuro de la cultura se debatirá en el terreno del acceso a la tecnología", y en ese contexto, "se sigue abriendo paso el libro electrónico", por lo que en esta "época de compleja transición sufrirá tremendamente la industria" editorial, argumentó Padilla.
El vicepresidente de la Fundación Santillana, Emiliano Martínez, reconoció en declaraciones a Acan-Efe que los editores observan con "inquietud" ese proceso, por las grandes "transformaciones" que implica "tanto en la economía de la edición como en la cadena del libro".
"Pero creo que no hay que tener temor ni miedo (...) espero que acabe pasando (la proliferación del libro digital en español) lo que no me atrevería es ponerle un tiempo, porque cada vez que se han hecho pronósticos se ha revelado que los obstáculos que hay tienen fuerza, al menos, para ir demorándolo", dijo Martínez a Efe.
Entre esos obstáculos el vicepresidente de la Fundación Santillana mencionó que en el mundo hispanohablante persiste una "gran dificultad" para dar con los mecanismos de regulación que permitan el desarrollo de una industria del libro digital.
Pero más allá del soporte, en papel o digital, lo que impera es la necesidad de cultivar y fomentar el hábito de la lectura, dijo a Efe el presidente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, Gerardo Piña.
"No es la primera vez que ocurre un cambio tecnológico y lo fundamental es la lectura, bien sea en la arena de la playa, en una corteza de árbol o un pergamino", dijo Piña.
Los procesos creativos y de comunicación, que cobran nuevos sentidos en el mundo contemporáneo al involucrar otras actividades, como la difusión cultural, la crítica literaria o las sociedades en red, también fueron analizados por otro panel de expertos en esta segunda jornada del VI Congreso de la Lengua Española.
El periodista español Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa, disertó sobre las repercusiones del lenguaje, mientras que el escritor chileno Antonio Skármeta habló sobre las formas de lograr una mayor recepción por parte de la sociedad sobre la cultura y la educación, a través de la televisión.
En una entrevista con Acan-Efe, el novelista chileno abogó por "una estrategia posible para que la literatura y el libro resulte comunicativo a un espectador, a un público tan amplio como los telespectadores".