Informalidad laboral, amenaza incomprendida y subestimada

Informalidad laboral, amenaza incomprendida y subestimada

Informalidad laboral, amenaza incomprendida y subestimada

Por: René Quevedo / Asesor empresarial -

“La creación de empleo formal será clave para enfrentar un escenario de menor dinamismo económico y pérdida del poder adquisitivo”, dijo Claudia Coenjaerts, Directora Regional a.i. de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y el Caribe, al presentar una nueva nota técnica titulada “Un crecimiento débil y crisis global frenan la recuperación del empleo en América Latina y el Caribe” , publicado el 1 de septiembre 2022.

Agrega el Informe que entre 50 y 80% de las ocupaciones generadas en el proceso de recuperación han sido en condiciones de informalidad. Esto ha provocado que la tasa de informalidad regional, que experimentó bajas al inicio de la crisis por la pandemia cuando se destruyeron numerosos puestos de trabajo, regresara a los niveles pre pandemia, de 50%.

“Esto significa que 1 de cada 2 personas ocupadas están en condiciones de informalidad en la región son trabajos inestables, en general con bajos ingresos, sin protección ni derechos laborales”, explicó la economista laboral de la Oficina Regional de OIT y autora del informe, Roxana Maurizio.

¿Qué es empleo informal?

A pesar de que la informalidad a menudo se asocia con buhonería y actividades de subsistencia, la OIT define empleo informal como “empleo no protegido”. Un Informe de la Dirección de Análisis Económico y Social del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), publicado en septiembre 2015 bajo el título de “El Trabajo Informal en Panamá” (página 10), especifica cinco colectivos: 1. Empleados de empresa privada sin contrato de trabajo 2. Trabajadores por cuenta propia 3. Patronos, cuyas empresas cuenten con menos de cinco empleados 4. Personas que prestan servicio doméstico 5. Trabajadores familiares. En otras palabras, empleo formal = planilla.

Precarización y estatización del empleo en Panamá

De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), entre agosto 2012 y abril 2022, el número de trabajadores asalariados del sector privado se redujo en 59,252 unidades, al tiempo que se generaron 249,633 nuevos informales. Es decir, por cada empleo formal privado que se perdió, se generaron 4 nuevos empleos informales, mientras que de cada 5 nuevos empleos que se agregaron a la economía, 4 fueron informales y el otro fue en el Gobierno.

El fenómeno fue particularmente agudo en sectores que históricamente han representado grandes volúmenes de plazas laborales. Por ejemplo, el aumento del empleo informal relativo al incremento total del empleo en ese lapso, en 5 sectores que representan el 47% de los trabajadores del país fue el siguiente: Construcción 406%, Comercio 123%, Logística 115%, Industria 99%, Turismo 99%. Promedio 5 sectores: 99%.

Es decir que prácticamente todos nuevos empleos generados en estos 5 sectores (que aportan casi la mitad de las plazas laborales del país) fueron informales, claro indicio de incertidumbre y consecuentemente limitada inversión privada en esas actividades.

La tendencia se está acentuando. A pesar de los nombramientos en el Gobierno, entre enero y julio 2022 MITRADEL tramitó 42% menos nuevos contratos laborales que los procesados en el mismo período del 2019, año en el que se tramitaron 378,495 nuevos contratos, pero sólo se agregaron 52,040 empleos a la economía, todos informales. Como referencia, entre octubre 2021 y abril 2022, se sumaron 60,047 nuevos informales.

Informalidad y finanzas del Estado

Cada $1 en salarios privados aporta $0.26 a las finanzas del Estado, vía Impuesto sobre la Renta, Cotizaciones a la CSS y Seguro Educativo. El salario del funcionario también, pero siendo el Estado el empleador, equivale a “sacarse de un bolsillo para metérselo en el otro”. El Informal aporta poco a las finanzas gubernamentales. Para el año 2019, se estima que sólo 17% de los informales cotizó a la CSS.

La baja contribución de los informales consecuentemente recarga la presión sobre el sector formal para la tributación de los ingresos fiscales que permiten al Estado la construcción de infraestructuras, escuelas, hospitales, carreteras, etc., así como el financiamiento de Programas de Asistencia También existe un impacto directo en el fisco porque el Estado brinda subsidios tales como 120 a los 65 y otros subsidios.

Sin inversión privada la informalidad seguirá creciendo

El deterioro de la confianza en el clima de inversiones y la sistemática satanización de la iniciativa privada en el país han alimentado a la peor amenaza que hoy enfrenta la CSS, la precarización del empleo. Urge transmitir confianza de que invertir en Panamá es buen negocio.

La incertidumbre espanta la inversión privada y la generación de empleos dignos. Y con la informalidad laboral, perdemos todos.

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