¡Lágrimas y fe tras muros! Ulloa Lava los pies de privadas
"Lo importante no son los fallos que cometimos, lo importante es qué queremos hacer con nuestras vidas...!
En un acto cargado de profunda emotividad y significado espiritual, doce mujeres privadas de libertad del Centro Femenino de Rehabilitación "Cecilia Orillac de Chiari" (Cefere) vivieron un Jueves Santo diferente. El Monseñor José Domingo Ulloa presidió una conmovedora ceremonia de lavatorio de pies, rememorando el gesto de humildad de Jesús durante la Última Cena.
La capilla del Cefere se convirtió en un espacio de recogimiento donde las lágrimas de emoción se mezclaban con expresiones de fe y esperanza. La homilía de Monseñor Ulloa resonó con fuerza entre las presentes, centrándose en la importancia de la reconciliación, el amor incondicional, la libertad interior y la dignidad inherente a cada ser humano.

"Lo importante no son los fallos que cometimos, lo importante es qué queremos hacer con nuestras vidas, por eso debo borrar mi pasado y proyectarme en mi presente y futuro", enfatizó el arzobispo, sembrando un mensaje de renovación y segundas oportunidades.
Kristi Bulgin, visiblemente conmovida y con los ojos humedecidos, relató conmovida haber sido la última mujer seleccionada para el lavatorio. Para ella, este reencuentro con la fe católica ha significado un bálsamo en medio del duelo que atraviesa, encontrando en Dios un refugio y consuelo.
Karina Pimentel, otra de las participantes, expresó la profunda huella que dejaron en ella las palabras de Monseñor Ulloa.
"No todo es malo e independientemente de nuestros errores nosotras tenemos que ser fuertes porque Dios no tiene límites para querernos, amarnos y tener misericordia", afirmó con convicción, reflejando un espíritu resiliente.
Para Ingrid Núñez, quien enfrenta su proceso lejos de su tierra natal, esta experiencia representó un rayo de luz y fortaleza.
"Aunque en calidad de extranjera es más difícil porque están a distancia de las personas que aman y muchas cosas que les impiden compartir con ellos tienen a Dios en sus corazones, apoyándoles, reconfortándolas y dándoles la valentía y la fuerza que necesitan para afrontar sus procesos", manifestó con gratitud.
La directora del Cefere, Yohana Ortega, resaltó la importancia de este tipo de actividades para reafirmar la fe y la dignidad de las privadas de libertad.
"En ellas están reafirmando la fe que debe existir en cada uno de los seres humanos, aceptando que Dios es un Dios de amor y que ellas son mujeres dignas de amar y de amarse", subrayó.
Cabe destacar que este significativo encuentro fue el resultado de una preparación que se extendió durante todo el mes de marzo, gracias al arduo trabajo de los grupos de apoyo de la Pastoral Penitenciaria, quienes acompañaron a las privadas de libertad en su camino espiritual durante la Semana Santa.
Sin duda, un Jueves Santo que quedará grabado en los corazones de estas mujeres, recordándoles que más allá de los muros, la fe y la esperanza siempre encuentran un camino.