Las perspectivas y riesgos de Panamá, según el FMI

Un panorama positivo, aunque con riesgos ascendentes, es lo que ve el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el 2019, en su más reciente informe sobre Panamá. Este informe fue presentado este mes, luego de una serie de reuniones con autoridades panameñas a fines del año pasado.

Según el FMI, el crecimiento de 4.3% del 2018 aumentaría a un 6.3% en 2019, gracias al arranque de operaciones de Minera Panamá y a una recuperación en el sector construcción. La inflación, por otro lado, se prevé en un 2%.

El principal riesgo en el país radica en la dificultad en el país para aprobar legislación que cumpla con los requerimientos restantes del Grupo de Acción Financiera (Gafi), como la ley de delitos fiscales. Otros riesgos son la falta de transparencia fiscal, el exceso de oferta en los mercados nacionales, las demoras en completar el referido proyecto minero, incertidumbre política antes de las próximas elecciones; un endurecimiento más agudo de lo esperado de las condiciones financieras globales y un proteccionismo comercial creciente.

Los directivos del FMI reconocen el sólido crecimiento del país, así como sus fundamentos macroeconómicos. Aunque afirman que el panorama es positivo, el balance de riesgos se inclina hacia abajo.

Por ello, hacen un llamado a las autoridades panameñas a realizar esfuerzos sostenidos para fortalecer el marco legal del combate al lavado de activos y el financiamiento del terrorismo y otras actividades ilícitas, así como mejorar su transparencia y preservar las ventajas competitivas de Panamá como un centro financiero regional.

También recomendaron tomar medidas para mejorar la resiliencia del sector financiero y reformas para facilitar un crecimiento robusto e inclusivo.

De acuerdo con los directivos de FMI, resulta alentador que las autoridades panameñas mantengan un compromiso hacia la prudencia y la disciplina fiscal. Además reconocieron la estabilidad del sistema financiero y el continuo progreso en las reformas de este sector, sobre todo, en su adherencia a las regulaciones de Basilea III.

Por otro lado, urgieron a las autoridades panameñas a reforzar la supervisión de riesgo y reiteraron la importancia de establecer un marco legal robusto para el manejo de crisis y resolución bancaria.