‘Nengue’, la historia de un luchador

Con 71 años y una larga historia de superación, Víctor Manuel Alcázar Pérez recibió hace poco el diploma que lo certifica como licenciado en Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá, capítulo de Honor Sigma Lambda. Su orgullo salta a la vista, sobre todo porque sabe que el camino hasta allá no ha sido fácil.

El episodio más conocido de este personaje colocó su rostro en los noticieros nacionales e internacionales por allá por el año 2003. “Nengue”, como se le conoce a este darienita que para aquella época residía en la comunidad de Yape, estuvo presente en la incursión de paramilitares en el área fronteriza con Colombia.

"Nengue" era el guía de un equipo de periodistas de la revista estadounidense Adventure de la National Geographic. El grupo fue secuestrado mientras realizaba una cobertura sobre la belleza natural de la selva de Darién. En la incursión fueron asesinados cuatro indígenas.

A Alcázar lo salvó la suerte. El suceso ocurrió justo cuando él pidió permiso para atender una necesidad fisiológica en el monte y ante el descuido de sus custodios, escapó. “Rodé por un barranco y me fui”, recuerda.

Como pudo se dirigió a Púcuro, una zona en territorio panameño, donde alertó a los residentes. Poco después supo que los dos norteamericanos y el canadiense que conformaban el equipo periodístico fueron liberados en Colombia.

Sin embargo, Nengue fue encarcelado 50 días, mientras el hecho era investigado por las autoridades panameñas. Fue quizás ese suceso el que marcó su vida y lo hizo inclinarse por la defensa de la justicia y la pasión por la abogacía.

Desde entonces, se ha trazado metas que ha ido cumpliendo una a una. Nengue se mudó a Panamá ante el inminente peligro que representaba para él y su familia vivir en Darién.

A finales del 2010, ingresó sus papeles de jubilación, porque consideraba que tenía todas sus cuotas pagas, pero en la Caja de Seguro Social fue sorprendido con la noticia de que la primera empresa en la que trabajó por 10 años, no cumplió con el pago de sus cuotas, así es que le tocó buscar empleo.

“Primero entré como trabajador de servicios generales y el año pasado me trasladaron a la subdirección de Criminalística. De ahí, siendo administrativo aún, estudié un técnico en Criminalística en la Universidad de Panamá y me quedé esperando que cumplieran la promesa de que iban a continuar con la licenciatura”, dice.

En el 2016 decidió matricularse en Derecho. Hoy día trabaja en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses como asistente de perito en la Unidad de Video Forense. Está ansioso por obtener su idoneidad para litigar, que es su sueño, cuando se jubile.

"Nengue" es emprendedor, tenaz y sus experiencias personales han mostrado que no sabe rendirse. Es justo ese el mensaje que transmite a sus 14 hijos y 8 nietos porque trazarse metas y cumplirlas es su día a día.