Noriega no ha mejorado, abogado Ezra Ángel
El exdictador panameño Manuel Antonio Noriega seguía el miércoles en situación crítica y sedado en una sala de cuidados intensivos, un día después de la hemorragia que le sobrevino tras una cirugía en la que se le extirpó un tumor cerebral.
Su abogado, Ezra Ángel, dijo que según informes recibidos de los médicos, el estado del exgeneral de 83 años aún es grave. "Su condición no ha mejorado, (pero) tampoco ha empeorado", señaló. Agregó que se le realizó un examen cerebral en la mañana que "no muestra mayor sangrado".
Noriega seguirá bajo los fármacos en los próximos cuatro y cinco días, periodo en el cual se le observará y se le seguirán realizando pruebas cerebrales diarias, indicó Ángel, autorizado por la familia para hacer los reportes sobre la situación médica del exhombre fuerte panameño.
El sangrado, probablemente ocasionado por un cuadro hipertensivo, obligó a que los neurocirujanos regresaran a Noriega al quirófano más de una hora después de que se le extirpó el tumor en un primer procedimiento el martes.
Por pedido de los familiares de Noriega, las autoridades de salud se abstienen de ofrecer información sobre la situación del paciente, recluido en una sala del hospital público Santo Tomás, cuyas inmediaciones lucían tranquilas el miércoles a excepción de uno que otro curioso que se aproximaba debido a la presencia de periodistas.
De acuerdo con Ángel, el próximo reporte se daría después del mediodía del jueves.
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Noriega nunca fue presidente, pero gobernó Panamá con mano de hierro desde su ascenso como jefe del ejército en 1983 y hasta su expulsión por la invasión de Estados Unidos el 20 de diciembre de 1989, cuando fue acusado por cargos de narcotráfico y por los cuales pagó dos décadas de prisión en ese país. Luego fue extraditado a Francia en 2010, donde fue condenado por lavado de dinero aunque el gobierno galo lo repatrió a Panamá en diciembre de 2011.
El exgeneral, que según sus abogados sufrió al menos dos derrames cerebrales durante su largo confinamiento en Estados Unidos, fue hospitalizado en al menos dos ocasiones a inicios del 2012 por complicaciones hipertensivas y un catarro, respectivamente. El 29 de enero, Noriega fue excarcelado temporalmente para que se preparara para la cirugía por el tumor en la cabeza, que se había programado inicialmente para el 15 de febrero.