Panamá y sus avances en los mercados de carbono

Teniendo como escenario el Conjunto Monumental Histórico de Panamá Viejo, alrededor de 20 comunicadores nos adentramos a conocer más de los mercados de carbono, el carbono azul y su impacto.

De la mano de expertos y de la Sociedad Audubon Panamá pudimos conocer todo lo que Panamá tiene en su hoja de ruta con miras a establecer un mercado de carbono, aquel que surge como parte de las estrategias contra el cambio climático y a su vez promover el desarrollo de una economía baja en emisiones, basadas en la compra y venta de unidades de reducción de emisiones de gases de efecto de invernadero.

Siendo los manglares, los protagonistas principales dentro de este mundo. Y es que los manglares almacenan por hectárea cuatro veces más carbono que la mayoría de los bosques tropicales, debido a sus suelos profundos y ricos en materia orgánica. 

En Panamá, los manglares ocupan más de 183.000 hectáreas. El carbono se almacena naturalmente en los manglares, praderas marinas y marismas (carbono azul). 

Ya dentro de los manglares de la Bahía de Panamá, en compañía de mosquitos y cangrejos, se nos dio un breve panorama sobre cómo avanzan los proyectos que se tienen en marcha en el país. Los ingenieros y técnicos explicaron cómo se da extracción de muestras y las mediciones de parcelas y subparcelas (dentro de los manglares se puedo apreciar gran cantidad de basura, desde botellas plásticas hasta lavadoras).

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¿Qué son los mercados de carbono y cómo funcionan? 

Son sistemas comerciales donde se compra y se vende créditos de carbono; las empresas o países las pueden utilizar para compensar sus emisiones de gases de efecto de invernadero.  A través de estos mercados se comercializan diversos tipos de productos, como los créditos de carbono o los permisos de emisión. 

Los créditos de carbono representan la reducción de una tonelada de CO2eq de la atmósfera, que se usa para compensar las emisiones de gases de invernadero. En tanto, con los derechos o permisos de emisiones de CO2eq, las empresas tienen derecho a emitir una determina cantidad de gases, desde una instalación afectada, debido a que se logró mantener las emisiones debajo del límite obligatorio.

Verónica González, del departamento de cambio climático de MiAmbiente, señala que Panamá es el primer país del globo sur que se encaminando a un protocolo de mercados de carbono voluntario internacional por medio de emisiones de créditos verde y azul. 

Destacó, que más que enfocarse en los mercados de carbono hay que prestar atención en reducir las emisiones de gases de efectos de invernadero.

“Estaríamos cometiendo un error apostar a que los mercados de carbono para luchar contra las crisis climáticas”, dijo González.

Actualmente el Mercado Nacional de Carbono de Panamá será de participación voluntaria, pero estará regulado por lineamientos establecidos por el Ministerio de Ambiente de Panamá. Se pretende completar la compra y venta de los primeros créditos de carbono nacionales en este 2023.

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Patrimonio Natural Azul

El proyecto, desarrollado por National Audubon Society y su socio local Sociedad Audubon de Panamá, tiene como objetivo elevar la importancia del capital natural de los ecosistemas marino-costeros de Panamá, promoviendo su valoración, protección y mejoramiento. 

A través de ciencia sólida se contabiliza el carbono que secuestran los manglares, conocido como “carbono azul”; su papel en la resiliencia costera, es decir, en la protección contra los eventos climáticos y el aumento del nivel del mar; y se incentiva la conservación de la biodiversidad en los ecosistemas marino-costeros y los medios de vida que sostienen.

Opera en dos sitios pilotos, escogidos por ser dos de los puntos más importantes de la biodiversidad de Panamá, concretamente para las aves: el Refugio de Vida Silvestre Humedal Bahía de Panamá (Se ha ejecutado un 40% de la fase de campo) y la Bahía de Parita (Se ha ejecutado un 100% de la fase de campo).

Patrimonio Natural Azul cuenta con un presupuesto de 2.3 millones provenientes del Fondo de Carbono Azul del Reino Unido y administrado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).