Personal de hisopado: atender y calmar cuando también se tiene miedo
El personal que realiza hisopados tampoco ha descansado desde que inició la pandemia. Deben soportar las inclemencias del tiempo en su labor, y tratar con el miedo de los pacientes que requieren las pruebas COVID, cuando ellos también tienen temor.
Su trabajo está reflejado en la cantidad de pruebas COVID que se realizan cada día en Panamá . Foto / Minsa.
Por: Ana Cristina Quinchoa -
No es una profesión como tal. Surgió a causa de la pandemia por COVID-19, y por la urgencia de contar con personal que apoyara para realizar hisopados para captar a pacientes COVID positivos. Fueron muchos los especialistas de la Salud que se tuvieron que adaptar y capacitar, al menos por un mes, para brindar este servicio a la población, desde enfermeras hasta odontólogos.
Inició como un reto, y lo sigue siendo, de acuerdo con el propio personal que hisopa, ya que al estar en contacto directo con personas sospechosas de COVID, que presentan síntomas como fiebre, dolor de garganta o dolor muscular, la labor se convierte en una actividad de alto riesgo de contagio.
‘Lo más difícil es tratar con el paciente que cree que tiene COVID. Cuando tienen los síntomas y llegan al auto rápido se ponen a llorar en los carros o en los lugares donde los van a hisopar, incluso hay algunos que se desmayan. Lloran descontroladamente, y nosotros tenemos que calmarlos. Ese trato y darle esperanza a la persona que se está haciendo el hisopado, es lo más difícil cuando uno también tiene miedo’, contó Esmeralda Martínez, coordinadora nacional de muestras de hisopado.
La odontóloga de profesión, explicó que el trabajo al que se dedica el personal de hisopado es pesado, porque muchos deben subir montañas para llegar a las casas de las personas que tienen sospechas de COVID, estar en constante protocolo de limpieza y cuidados, incluso, se han privado de ver a sus familiares y no han tenido descanso desde que inició la pandemia.
‘Yo no quiero aplausos, ni que me traigan música, yo quiero que la gente se quede en su casa y que se cuide, porque yo no sé qué son vacaciones, trabajo de lunes a domingo. Así como yo, hay muchos que no duermen y que no han visto a su madre ni a sus familiares’, expresó.
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Compartió además, que en su equipo de trabajo, que está laborando directamente con el Ministerio de Salud (Minsa), están más de 400 odontólogos que han dejado temporalmente su profesión para dedicarse a hisopar. De hecho, la elección de que fueran los odontólogos, los principales en la actividad, fue tomada por la exministra de Salud, Rosario Turner, porque los especialistas en Odontología ya tenían conocimiento sobre el uso del Equipo de Protección Personal (EPP).
Quienes hisopan, se deben someter a pruebas COVID cada cierto tiempo para un control interno de buena Salud. En diciembre 2020, por ser temporada navideña y de Año Nuevo, se las debían hacer cada quince días.
Su trabajo está reflejado en la cantidad de pruebas COVID que se realizan cada día en Panamá y que es presentada por el Minsa en su reporte epidemiológico diario.
Desde que inició la pandemia en Panamá, se han realizado 1,680,715 pruebas COVID hasta el 31 de enero 2021, según datos del Minsa, mientras que el acumulado de los casos confirmados son de 320,379; y dentro de la misma cifra, hay una suma de 38,692 casos activos y un total de 5,270 fallecidos por el virus.
Con tantos casos de COVID-19 en el país, el personal que realiza hisopado debe cuidarse lo más que puede, con el uso de Equipo de Protección Personal: bata de plástico, gorro, guantes de nitrilo, mascarilla y pantalla facial; artículos a los que ellos llaman ‘su armadura contra el virus’, además de seguir las medidas de bioseguridad: lavado de manos y uso de alcohol o gel alcoholado, antes y después de hisopar a cada paciente.
De hecho, a la hora de retirarse el equipo de protección, deben seguir el protocolo oficial que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Trabajo en medio de la crisis
La enfermera Maholis Herrera, quien lleva diez meses ante la lucha contra el virus, explicó que cuando termina la jornada de hisopados sigue los protocolos de bioseguridad ‘al pie de la letra’, pues, antes de retirarse el equipo de protección, ella, junto al doctor que acompaña, se echan alcohol o gel alcoholado sobre los guantes, después se van quitando cada prenda desechable, y a cada una le rocían alcohol, para también proteger al personal de limpieza.
Herrera nunca pensó en trabajar en medio de una pandemia, es más, fue su primer empleo. Explicó que, después de haberse graduado en Enfermería, ella buscaba un trabajo, y llegó el virus al país, entonces, por la cantidad de personal de Salud que se necesitaba de urgencia en Panamá, le llegó esa oportunidad laboral y la aceptó, al principio con un poco de temor, pero se fue acostumbrando con el tiempo.
Mibzar A. Powell, enfermera del Equipo de Respuesta Rápida (ERR), al igual que Herrera, lleva diez meses en la labor. Realiza hasta veinte hisopados al día. Para ella, trabajar en medio de una crisis sanitaria causada por un virus, nunca pasó por su mente, pero sí pensó en que tendría que pasar por momentos difíciles y de gran sacrificio por su profesión.
El primer día de Powell no fue para nada complicado, según comentó, porque ya se había familiarizado con el tema, a través de una capacitación que recibió, aunque, mencionó que los nervios estuvieron presentes cuando llegó el día, sin embargo, se presentó lista y con toda seguridad para unirse a la batalla contra el virus.
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Tanto Maholis como Mibzar realizan hisopados de casa en casa a las personas que tienen sospechas de estar contagiadas del virus. Una labor agotadora, pues tienen que cuidarse de la COVID-19, vestir con su equipo de protección y a la vez soportar el calor en esta época del año, además de eso, tratar con el miedo de las personas que se someterán a la prueba COVID.
Respecto a la vacuna, las enfermeras dijeron que es importante que se tome en cuenta al personal que hisopa, porque ellos están expuestos en todo momento al tratar con personas que tienen sospechas de tener el virus, y que tienen síntomas. Es un trabajo de alto riesgo al contagio porque cada paciente debe bajarse la mascarilla para ser hisopado, algunos tosen o estornudan, y la inmunidad cada vez es menos en el organismo.
La coordinadora nacional de muestras de hisopado, adelantó que ya han empezado a vacunar a algunos especialistas que se dedican a hisopar, y que lo importante no es quién va primero y quién va de último, el detalle está en que se debe vacunar a toda persona que esté cerca de un paciente COVID, y quien sea vacunado, debe continuar con las medidas de bioseguridad, es lo que se debe promover, concluyó.