Radiografía actual de la migración en Panamá

Panamá- “Este tema ha pasado de ser un flujo migratorio controlado, a una situación de desbordamiento que van in crechendo”, ha manifestado el ministro de Seguridad Pública de Panamá, Juan Manuel Pino Forero, quien además ha agregado que este asunto se ha  convertido en una trama “Humanitaria” y de “Seguridad Nacional”.

Pronunciamiento que ha hecho público ante la prensa nacional y extranjera, así como en reuniones trilaterales, en las que han participado los ministros de seguridad y defensa de Costa Rica y Colombia, así como el comando sur de los Estados Unidos de América.

Los esfuerzos realizados por el gobierno panameño se han visto sobrepasados por las cifras de migrantes irregulares (de 3 mil a 4 mil diarios), sumado a la situación originada en Colombia, a causa de las diversas rutas por las que ingresan estas personas.

A manera de referencia, el pasado mes de septiembre pasaron por el Darién 73 mil 051 personas, mientras que para el mismo periodo en el 2021 fue de 25,432 y el 2022 alcanzó los 25, 904.

Entre el 1 enero y el 30 de septiembre del presente año han pasado por el Darién 415 mil 104 migrantes, superando por mucho las cifras registradas en los dos (2) últimos años; tomando en consideración que el 2023 no ha concluido.

2021
De enero a diciembre = 133,726

2022
De enero a diciembre = 248,283

La República de Panamá, a través del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y el Servicio Nacional de Migración (SNM), ha establecido Estaciones de Recepción Migratoria (Lajas Blancas, San Vicente), así como comunidades receptoras de migrantes (Bajo Chiquito, Canaán Membrillo), las cuales son zonas más fijas, por cuanto se ha obtenido mayor control.

A manera de ilustración, las nacionalidades con mayor incremento, son Venezuela (57,070), Ecuador (4,641), Colombia (2,465) y Haití (2,439).

Un dato interesante adicional es que este año se ha incrementado un número considerable de inmigrantes asiáticos (26 mil 100 ciudadanos); de estos, 14 mil 880 son de origen Chino.

Es evidente que el Estado panameño ha tratado de cumplir con las normativas y convenios internacionales en concepto de asistencia humanitaria; sin embargo, esto ha originado un impacto a la economía nacional por oscila entre los 60 y 70 millones de dólares, ello debido a los costos ocasionados por este flujo migratorio irregular.

Otro elemento es la afectación al medio ambiente por el paso de los miles de migrantes, también es un problema grave, al igual que las cepas de enfermedades foráneas detectadas hasta el momento.

En materia de seguridad, es importante recalcar la presencia de las organizaciones criminales, las cuales están operando en el golfo de Urabá (zona fronteriza con Colombia), donde han sido incautadas 24 embarcaciones, mediante operaciones ejecutadas entre el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y el Servicio Nacional Aeronaval (Senan); medios empleados para el tráfico de migrantes y droga (cocaína y marihuana). 

Ante este escenario no podemos obviar las apreciaciones y criterios surgidos en torno al tema, ya que hay quienes sugieren que la frontera colombo - panameña debe ser cerrada. Pero nos hemos formulado la pregunta de, ¿por qué no debe ser cerrada?

Ejemplo, en materia de derechos humanos, hay quienes podrían argumentar que al cerrar la frontera, las personas que buscan refugio o mejores condiciones de vida recurrirán a rutas más arriesgadas y peligrosas.

¿Hasta dónde el cierre de la frontera detendría el tráfico masivo de migrantes? 

En este contexto, es oportuno destacar, que en un paso hacia la búsqueda de alternativas a este delicado y preocupante tema, el Presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, se reunirá este viernes, 6 de septiembre, en Metetí, Darién con el mandatario costarricense Rodrigo Chaves. 

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