Reabren investigación por caso del cura Gallego
La reapertura se basa en las recomendaciones que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hiciera al Estado Panameño.
La Fiscalía Regional de Veraguas reabrió la investigación por la desaparición del sacerdote colombiano Jesús Héctor Gallego, ocurrida hace 53 años: el 9 de junio de 1971, durante el régimen militar comandado por el general Omar Torrijos.
La reapertura se basa en las recomendaciones que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hiciera al Estado Panameño.
De acuerdo con las conclusiones de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, la causa se encuentra vigente en el tiempo de forma permanente y continuada hasta que se puedan ubicar los restos del cura desaparecido tras ser capturado por unidades de los Macho de Monte.
La petición de reapertura del caso fue una decisión del Tribunal Superior del Segundo Distrito Judicial de Coclé y Veraguas. La CIDH instó a las autoridades panameñas a continuar con la investigación por medio de un plan de búsqueda, además, continuar con la debida diligencia en los procedimientos internos, entre otras.
Hace 53 años integrantes de la compañía "Macho de Monte" capturaron al sacerdote, en Santa Fe y desde entonces desapareció. Hoy se cree que sus restos fueron confundidos con los del sindicalista Heliodoro Portugal, tras las exhumaciones que se hicieron en el antiguo cuartel de Los Pumas.
La desaparición es uno de los más famosos crímenes de la dictadura militar. El sacerdote colombiano se cree fue enterrado en el sector de Motor Pool del antiguo cuartel de Los Pumas.
En el 2015, el general Manuel Antonio Noriega le confesó a Edilma Gallego, hermana de Héctor, que las personas asignadas a llevar al sacerdote desde Santa Fe a Panamá le dieron una golpiza antes de llegar a Santiago.
Lo lanzaron de un auto en marcha, lo que le causó que una costilla se fracturara y le perforó un pulmón. Luego, en una vivienda, lo siguieron golpeando con palos y le fracturaron el cráneo. Cuando llegó a Panamá, sus heridas estaban infectadas, y agonizaba.
"La agonía de su hermano fue muy dura. Lo molieron a golpes", fueron las palabras que Edilma recuerda que le dijo el exdictador. "Hubo que desaparecer al padre Gallego para no dejar esa evidencia", relató Noriega.
En un reciente libro del mayor Ricardo Reyes Dutari: "Gracias a Dios Soy MIlitar" revela conversaciones con el también militar y exjefe del Deni, Nilvado Madriñán, quien le relató que dos sargentos y un cabo de los Macho de Montes, fueron a buscar ese día a Gallego hasta Santa Fe.
Madriñán -reseña el libro- dijo que el cura no quería subir a la Land Cruiser roja con capota blanca del Instituto Nacional de Agricultura y lo golpearon en la cabeza. Cuando iban hacia Santiago, el sacerdote abrió una de las puertas y se lanzó del auto en marcha y se fracturó las costillas y el cráneo.
Lo llevaron a las instalaciones del INA en Divisa y de allí a una casa de seguridad del G-2 cercana al hospital Santo Tomás conocida como La Charquita. El libro relata otra versión que indica que el cuerpo lo entregaron a unos pilotos para que lo desaparecieran en el mar.
Hace cinco años se ordenó realizar una prueba de ADN a las osamentas encontradas hace 23 años en el cuartel de Los Pumas, para determinar si eran de Héctor Gallego o del sindicalista Heliodoro Portugal.
Por este caso fueron condenados en 1994 a 15 años de prisión el ex teniente coronel Nivaldo Madriñán, y los ex militares Melbourne Walker y Nelson Eugenio Magallón.