Retorno a clases Coclé y Colón: infraestructuras en crisis
La situación de los baños es crítica. No hay agua potable, y muchas veces no funcionan correctamente. Los niños se enferman por las malas condiciones sanitarias.
Con el inicio del nuevo año escolar a la vuelta de la esquina, las comunidades de Río Caimito y otras áreas rurales de Coclé y Colón se preparan para recibir a cientos de estudiantes. Sin embargo, este regreso a clases está marcado por grandes desafíos, ya que muchas de las escuelas de estas comunidades siguen luchando contra infraestructuras deterioradas y condiciones que ponen en riesgo tanto la salud como el bienestar de los estudiantes.
En la Escuela de Río Caimito, por ejemplo, los problemas son evidentes. Los pasillos, que deberían ser un espacio seguro para los estudiantes, carecen de baldosas y están llenos de grietas, lo que genera riesgos de accidentes. Las filtraciones en los techos son una constante preocupación, pues con las lluvias intensas, las aulas se convierten en espacios incómodos y, en ocasiones, inseguros. A lo largo de los años, los pasillos y aulas han perdido la pintura y el mobiliario se encuentra en un estado deplorable.
"Es una preocupación constante para los padres. Cada vez que llueve, los niños se mojan en las aulas y las condiciones empeoran. Los pasillos están llenos de charcos, y eso es un riesgo para los niños", comenta una madre de familia. "No podemos esperar que nuestros hijos aprendan en estas condiciones. Necesitamos que algo se haga para mejorar la infraestructura de la escuela, porque lo que vemos ahora no es adecuado para un ambiente educativo".
El estado de los baños también es un tema de gran preocupación. Las instalaciones sanitarias están en condiciones precarias, lo que compromete la higiene y salud de los estudiantes. En muchas ocasiones, los niños tienen que esperar largas horas para poder acceder a un baño funcional, lo que genera incomodidad e incluso pone en riesgo su bienestar físico.
"La situación de los baños es crítica. No hay agua potable, y muchas veces no funcionan correctamente. Los niños se enferman por las malas condiciones sanitarias. No podemos permitir que nuestros hijos sigan enfrentando estos problemas", expresa una madre de la comunidad.
El acceso a agua potable es otro de los problemas fundamentales que enfrentan muchas de las escuelas en esta región. En varias comunidades, la falta de un sistema adecuado de agua pone en peligro la salud de los estudiantes, quienes deben recurrir a fuentes de agua no aptas para consumo o, en el mejor de los casos, a sistemas precarios que no garantizan el suministro constante de agua limpia.
Pero no solo los padres y los docentes sienten esta preocupación. La comunidad en general está alarmada por la falta de recursos para mejorar las infraestructuras
educativas. A pesar de los esfuerzos de los habitantes por mantener las instalaciones en la medida de lo posible, las condiciones son insostenibles y están afectando el rendimiento académico de los estudiantes.
"Lo más triste es ver que los niños no pueden aprender en un lugar adecuado. Las clases se interrumpen por las goteras, y muchos de los niños tienen que estudiar de pie porque no hay suficientes bancos y sillas. Esto no es justo para ellos", comenta un vecino de la comunidad.
La falta de mobiliario adecuado es otro de los grandes problemas. Las aulas están llenas de bancos rotos o insuficientes, y los estudiantes no pueden sentarse de manera cómoda ni concentrarse en sus estudios. La falta de un espacio digno de aprendizaje limita el desarrollo académico y personal de los niños.
"Nosotros como padres queremos lo mejor para nuestros hijos, pero las condiciones de la escuela hacen todo más difícil. Queremos que ellos tengan un lugar digno para estudiar, donde puedan aprender sin tener que preocuparse por el estado de las instalaciones", expresa otro padre preocupado.
Con el inicio de clases ya confirmado, la comunidad de Río Caimito, al igual que muchas otras en Coclé y Colón, enfrenta un panorama desolador. Las condiciones en las que los estudiantes comenzarán este ciclo escolar no son las ideales, y las expectativas de una mejora son bajas debido a la falta de respuestas concretas por parte de las autoridades locales.
El retorno a clases no solo representa un desafío para los padres, sino también para los docentes, quienes se ven obligados a enseñar en un entorno que no favorece el aprendizaje. Muchos maestros han solicitado públicamente mejoras urgentes en las instalaciones, pero hasta la fecha, las soluciones siguen siendo limitadas.
Mientras tanto, los padres continúan haciendo todo lo posible por garantizar que sus hijos tengan una educación de calidad, a pesar de las condiciones adversas. "Lo que más queremos es que nuestros hijos tengan un futuro mejor, y eso comienza con un lugar donde puedan estudiar sin poner en peligro su salud o su seguridad", concluye una madre de Río Caimito.
A medida que se acerca el inicio de clases, la comunidad espera que las autoridades tomen acción y encuentren una solución que permita a los estudiantes de Río Caimito y de otras áreas de Coclé y Colón acceder a una educación en condiciones adecuadas. Las expectativas son altas, pero el camino por recorrer es largo. Sin embargo, la esperanza sigue siendo el motor que impulsa a los padres, docentes y estudiantes a seguir luchando por una educación mejor.