Nacional - 30/12/17 - 12:00 AM

Román, el judas más popular del 2017

Otros muñecos de año viejo muy pedidos son "Bolillo" Gómez, Castalia Pascual, Sandra Sandoval y el líder de "Suelta el Wichi", Franklin Robinson

Por: Ricardo González Ricardo González - Sábado 30 de Diciembre de 2017 12:00 AM

El internacional Román Torres se convirtió en la figura de fin de año favorita para quemar este 31 de diciembre, conocidas popularmente como judas.

En el sector de San Carlos, donde se fabrican los mejores judas del país, el muñeco de Román era el más popular en las exhibiciones, al superar las figuras de políticos, que este año brillaron por su ausencia, aparte del presidente Varela, al que montaron en el “Expreso Tortugón”, en alusión al tren bala Panamá – David y uno del exmandatario Ricardo Martinelli por el proceso que montó el gobierno varelista y motivó su detención en EE.UU. para extraditarlo.

Según el reconocido artista Víctor Álvarez, que tiene cerca de 10 años de hacer muñecos en San Carlos, este año no dieron abasto con los pedidos de Román Torres, que fueron encargados por la Federación de Fútbol y el propio presidente de esta entidad, Pedro Chaluja, quien además se mandó a hacer su propio muñeco. Estas figuras tenían un costo entre $200 y $450 dependiendo del tamaño y el acabado.

“Este año hicimos cerca de 18 muñecos de Román y todos se vendieron, aparte de los otros muchos que hicieron los artistas del área y casi todos se vendieron, porque la gente quiere mucho a Román por meter el gol que nos llevó al mundial”, aseguró Álvarez.

Otros de los famosos del patio que tuvieron sus muñecos de judas en San Carlos fueron el "Bolillo" Gómez, Castalia Pascual, a la que disfrazaban de Batichica, Sandra Sandoval y el líder de Suelta el Wichi, Franklin Robinson. Por el lado internacional la gente de San Carlos hizo figuras de Osama Bin Laden, Hillary Clinton, el “Negro del WhatsApp”, Donald Trump y el Hombre Araña.

Los muñecos de San Carlos son todo un atractivo por su creatividad, colorido y excelente fabricación, al punto que se han vuelto una atracción turística y decenas de nacionales y extranjeros que viajan a las playas y al interior para fin de año se detienen a la orilla de la carretera para sacarse el tradicional “selfie” con su figura favorita.