Ulloa: hay que amar hasta al enemigo

El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa pidió hacer el ejercicio del perdón y amar hasta a los enemigos. En su homilía dominical, Ulloa pidió a los panameños poner en sus mentes el "rostro de esa persona que aborrecemos, y dejemos que Dios actúe en nuestro corazón; pidamos que el rencor desaparezca y permitamos que nazca en su lugar el amor".

"Cuando perdonamos nos sentimos mejor y somos capaces de desear el bien a todos, incluso a quienes nos han herido. Amar a los enemigos es romper el mal, pero no a base de más violencia, sino a fuerza de bien", exclamó monseñor.

El prelado dijo que para iniciar un proceso de perdón, es decisivo no alimentar el resentimiento, pero sin perder el derecho a que se haga justicia; el que perdona no renuncia a sus derechos.

Además explicó que hay que tener paciencia, porque el perdonar exige tiempo, porque no consiste en un acto de la voluntad, que lo arregla rápidamente todo, porque el perdón es el final de un proceso en el que intervienen la sensibilidad, la comprensión, la lucidez y la fe.

Ulloa explicó que amar los enemigos significa: hacer el bien a los que nos aborrecen, esperando que nuestra acción despierte en ellos lo mejor de su ser; ser generoso, como seríamos con un amigo, para que el enemigo vuelva a creer en la bondad human"; tratar a toda persona, incluida la persona enemiga, como si fuera digna de amor: haciéndole siempre el bien y siendo generoso del modo que sea posible.

También hay que bendecir a los que nos maldicen, de modo que nuestra bendición los alcance a ellos y también a nosotros; nuestra bendición anula toda maldición; orar por los que nos difaman, así los entregamos a ellos y a nosotros al juicio de Dios, y la paz inundará nuestras almas y no hay que condenar, de modo que nuestro enemigo tenga la posibilidad de revelar su propia verdad o o de reivindicarse.