¡Una mano pendeja!
Panamá luchó en la final de Liga de Naciones de Concacaf, pero un garrafal error infantil de José Ángel Córdoba al minuto 89 no dejó sin copa y a los jugadores al borde del llanto, tras caer 2-1 ante México.
Córdoba metió una mano monumental que nadie se explica y eso fue señalado como pena máxima. A los siete minutos, una desatención de la defensa panameña permitió a Raúl Jiménez tocar la esférica, superando al "Cuty" Mosquera, quien salió completamente desubicado.
El técnico Thomas Christiansen dijo que Córdoba estaba dolido y que sin duda le va a llover palo innecesario, que no merece, porque hizo un buen torneo. Si quieren buscar a alguien como un culpable de la derrota, que sea yo, añadió.
El capitán Aníbal Godoy -casi al borde del llanto- dijo que era como consuelo de tontos, eso de morir con las botas puestas...estábamos para más.