Nacional - 14/4/25 - 12:00 AM

Vicecanciller: no hay que caer en errores politiqueros

El vicecanciller Carlos Ruiz Hernández alegó que convertir la diferencia de versiones en la declaración conjunta entre Panamá y el Departamento de Defensa de EEUU, en una crisis diplomática, es distracción innecesaria y peligrosa. No hablamos de un hecho material —no hubo violación de tratado alguno— sino de un matiz de lenguaje en un documento no vinculante.

Que la versión panameña haya incluido la mención explícita de la soberanía es completamente válido; que la versión estadounidense no lo hiciera no implica, en absoluto, una negación de esa soberanía, porque la más alta autoridad del Pentágono, en múltiples ocasiones y mediante acciones claras, ha reiterado su apego al derecho internacional y reconocimiento explícito de la soberanía panameña sobre el Canal, sostuvo Ruiz Hernández.

Para el vicecanciller, confundir semántica con estrategia es un error politiquero y escalar esa diferencia al nivel de afrenta nacional no fortalece la defensa de nuestros intereses; la debilita.

Además -añadió el funcionario- Panamá no puede darse el lujo de privilegiar la reacción simbólica por encima de la dirección estratégica, sino que necesita una política exterior madura, orientada a resultados y capaz de diferenciar entre lo que debe defenderse con vehemencia y lo que debe gestionarse con inteligencia.

Durante la era Trump —y lo afirmo con conocimiento de causa— hemos aprendido que la política exterior estadounidense se rige por una lógica eminentemente transaccional y ante estas realidades la Cancillería ha sido versátil al operar sabiendo que las alianzas no se basan en afinidades ideológicas sino en utilidad estratégica y resultados, se defendió el vicecanciller.

El segundo al mando de la Cancillería alegó que el respeto se gana, no con comunicados llenos de quejas, sino con claridad técnica, firmeza discreta, paso firme, y disposición a negociar desde la dignidad nacional. Eso no implica ceder. Significa elegir muy bien nuestras batallas. Significa entender que la diplomacia no es un concurso de gestos simbólicos, sino un ejercicio de balance permanente entre principios y pragmatismo. Los países que actúan con cabeza fría y visión estratégica como lo ha hecho el Presidente panameño logran más que aquellos que reaccionan impulsivamente a cada detalle.

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