¿Y Héctor dónde está?

Las investigaciones para determinar finalmente si los restos hallados en el área de Motor Poll del cuartel de “Los Pumas” de Tocumen, corresponden al sacerdote.
¿Y Héctor dónde está?

¿Y Héctor dónde está?

Por: Redacción/impreso -

Las investigaciones para determinar finalmente si los restos hallados hace 20 años en el área de Motor Poll del cuartel de “Los Pumas” de Tocumen, corresponden a los del sacerdote Héctor Gallego, no registran avances o se mantienen bajo reserva.

Las sospechas iniciales es que los restos que se creían eran del sindicalista Heliodo Portugal, son en realidad los del cura colombiano desaparecido hace 48 años, tras ser detenido en Santa Fe de Veraguas por unidades de la compañía “Macho de Monte” de la Guardia Nacional.

Hace poco un tribunal autorizó exhumar los restos de Portugal, pero Edilma Gallego, hermana de Héctor, dijo no tener mayor información sobre la diligencia. Pedí una cita con el director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELF), Vicente Pachar, pero no se concretó, expresó la hermana del sacerdote colombiano.

El año pasado el arzobispo José Domingo Ulloa y el obispo Audilio Aguilar dejaron entrever que tenían información extraoficial de una prueba de ADN que confirmaría que las osamentas encontradas hace 20 años en el cuartel de Los Pumas, eran de Héctor Gallego.

Trascendió que se buscará la ayuda de la Cruz Roja Internacional para realizar algunas de las diligencias para esclarecer todo lo referente al caso Gallego.

Monseñor Ulloa ha dicho que “es importante para la Iglesia identificar dónde están los restos del Padre Héctor, porque esto nos va a permitir iniciar un proceso de ‘beatificación’, porque se trata de un “mártir del Evangelio”.

Nacido en enero de 1938 en Colombia (Antioquia), Gallego fue el mayor de 11 hermanos, que llegó a Panamá en 1967 donde sirvió por seis meses en la iglesia de San Francisco de La Montaña. Luego fue ordenado sacerdote en Medellín por Monseñor Marcos Gregorio McGrath, quien le facilitó a Gallego su nombramiento, en Santa Fe de Veraguas

Con apenas 29 años se radicó en Panamá y organizó a los campesinos en cooperativas y denunció los abusos de los terratenientes. Para estos días Héctor tendría 81 años.

La noche del 9 de junio de 1971, dos hombres aparecieron afuera de la casa de Jacinto Peña, donde se hospedaba Gallego y se lo llevaron para nunca más aparecer.

Tras la invasión hubo un juicio y en 1993 fueron condenados Nivaldo Madriñán, Melbourne Walker y Eugenio Magallón, pero los informes posteriores sugieren que los responsables del crimen fueron otros militares miembros de la Séptima Compañía de Infantería “Macho de Monte”.

En el año 2015, Edilma Gallego habló en El Renacer con el exgeneral Manuel Antonio Noriega, quien le confesó que a su hermano sí lo mataron producto de un golpiza y fractura de cráneo y en las costillas. Luego lo desparecieron para no mostrar esos golpes.

La fiscal superior Geomara Guerra, encargada de investigar las desapariciones de la dictadura panameña (1968-1989), reconoció hace unos años a Acan-Efe que "se hizo un mal manejo" de los restos encontrados hace dos décadas en una fosa común en el antiguo cuartel Los Pumas, a las afueras de la capital, y que existen "serias" dudas sobre su autenticidad.

Panamá no contaba entonces con un laboratorio de ADN y mandó los huesos a dos centros estadounidenses. Uno fue incapaz de identificarlos y otro se los atribuyó al sindicalista Heliodoro Portugal, otra víctima emblemática del régimen, explicó.

"Las características de la osamenta ya de por sí despertaban dudas porque Portugal era alto y el padre Gallego muy pequeño. La hipótesis que barajamos es que todos los restos estaban mezclados".

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