Ayer
Por: Milcíades Ortiz Catedrático -
Parece que fuera ayer cuando llegué al despacho del viceministro de Salud Dr. Hugo Spadafora y le dije: "Ud. está aquí muy tranquilo tomando té, cuando muchos jóvenes panameños quieren pelear contra la dictadura de Somoza en Nicaragua y necesitan un líder". Con asombro me pidió que lo informara. Dándome "caché", le señalé: "Eso le pasa por no escuchar mi programa radial Conciencia"… El día anterior fuimos al local del Sindicato de Periodistas, donde se estaban anotando en una lista decenas de jóvenes que querían combatir la dictadura nicaragüense.
Esa noche, cuando redactaba la noticia, me tomé la libertad de crear una "brigada" para darle formalidad al hecho. Pensé en dos ejemplos de lucha contra los Gobiernos. Entre Urracá y Victoriano Lorenzo, me decidí por el "cholo guerrillero". Luego de insistirle al doctor Spadafora que él era el que debía dirigir esta brigada por su experiencia en África como médico de una guerrilla, me dijo que iba a hacer unas llamadas. Poco después pidió que fuera a su despacho. Me informó que había aceptado lo que sugerí. Entonces me miró y señaló: "¿Te sumas… o te restas?". De inmediato contesté que sí.
Luego de una misa en la iglesia Don Bosco organicé en pelotones a más de trecientas personas que querían ir a combatir a Nicaragua. La mayoría de ellos se retiró. Menos de cien pasamos un entrenamiento guerrillero por veintidós días en Coiba, un sitio donde nadie nos vería. Al comprender que Torrijos y la Guardia Nacional respaldaban la acción y no sandinistas como pensaba, en David me retiré del grupo. Ellos pelearon y varios panameños murieron por la libertad de Nicaragua, que cayó en manos comunistas. Poco se ha dicho sobre eso. Incluso un hijo del general Torrijos fue enviado allá… Al regresar Hugo cubierto de gloria, le sugerí que organizara un movimiento de jóvenes. Me insistió que nunca haría algo que afectara el liderazgo de Torrijos.
Como sociólogo indiqué que Torrijos no era líder, sino un dictador… Esas discrepancias ideológicas hicieron que dejara de conversar con Spadafora. Han pasado treinta años de su muerte y mi mente se va por "el túnel del tiempo". Veo a Hugo confesándome que en el Instituto Nacional fue "comelibro" y no participó en las protestas estudiantiles de la época. Recuerdo las horas que pasamos organizando su libro sobre experiencia guerrillera en África…