El 9 de Enero, presente en el alma de los institutores

(Federación de Estudiantes del Instituto Nacional de 1964) El 9 de enero de 1964, jóvenes estudiantes de un centro de estudios glorioso salimos de nuestras aulas para posar el símbolo patrio primario, en la franja canalera mancillada por botas y fusiles extranjeros. La historia de esos hechos aún fragmentada, en su esencia es conocida. Nos recibieron como patos y dispararon sus armas puntadas a nuestras espaldas. Cobarde acto genocida ignorado por esa Corte Internacional de la Haya, instrumento político jurídico para dictar sentencias convenientes y ocultar complicidades consencientes.

La Gesta Patriótica del 9 de Enero del 64 fue el culmen de la lucha de un Pueblo por la reivindicación de su soberanía territorial y de su dignidad como nación. Nosotros los aguiluchos de entonces, reserva moral de la patria, representamos hoy septuagenarios, los custodies de esa declaración de principios y de su legado histórico.

Militares y civiles liberamos el territorio ocupado, con las armas de la elocuencia y de la inteligencia, apoyados por el consorcio internacional de las naciones. “Un solo territorio, una sola bandera”, fue el lema de todo un pueblo. Aguiluchos institutores, la patria está secuestrada por los “déspotas democráticos” que ocupan curules legislativas y los órganos del Estado. Que jamás fusil en manos panameñas venga apuntado sobre el pecho de los ciudadanos. Que se levanten nuestras voces para invocar el Estado de Derecho. Un No rotundo a la Impunidad y un Sí categórico a la igualdad de deberes y derechos ciudadanos, sean los lemas de la nueva frontera.

¡Viva el Instituto Nacional de Panamá! ¡Gloria a nuestros catedráticos, padres putativos. Paz a las almas de nuestros héroes. Rescatemos Panamá de la dictadura de las cúpulas corruptas de los partidos políticos. Los mártires del 9 de Enero claman Justicia.