MAGNICIDIO EN ECUADOR: COMO IMPACTA EN PANAMÁ

El miércoles 9 de agosto, asesinaron al candidato presidencial de Ecuador, Fernando Villavicencio, de tres certeros disparos en la cabeza. Fue obra del sicariato de las organizaciones criminales transnacionales al servicio de poderosas fuerzas políticas también transnacionales.

"Este es un crimen político que adquiere un carácter terrorista", dijo el presidente Guillermo Lasso.

Es un punto de inflexión en la crisis política y de seguridad que vive ese país desde hace muchos años.

EL TERROR. El método para amedrentar al máximo a un pueblo, con el objetivo táctico de este atentado exitoso. El objetivo estratégico es imponer un triunfo político de un candidato de la izquierda del Foro de San Pablo.

CÓMO SE LLEGÓ A ESTA SITUACIÓN:

Para comprender la situación que se vive en Ecuador en materia de seguridad, hay que retroceder unos 10 a 15 años. Desde que Rafael Correa (presidente 2007-2017; ministro de Economía y Finanzas 2005) llegó al poder, algunas de sus políticas debilitaron gradualmente la seguridad en el país, entre otras.

FRONTERAS ABIERTAS. Apertura de fronteras, acogiendo a extranjeros sin los filtros necesarios. Esto fue aprovechado por delincuentes buscados en toda la región, incluso extranjeros, quienes llegaron y se consolidaron como organizaciones criminales con fuertes nexos con cárteles mexicanos, colombianos y albaneses. El ingreso de migrantes sin visa que luego emigran a los Estados Unidos usando la vía del Darién.

POLITIZACIÓN DE LA JUSTICIA. Corrupción e impunidad rampantes. Solo se aplicaba la justicia a los enemigos políticos y económicos.

PENETRACIÓN EN LAS FUERZAS DEL ORDEN. INFILTRACIÓN, SEMBRANDO TOPOS. Flexibilización extrema de los requisitos de ingreso para las FFAA y la Policía. Se aceptaron personas, incluidas aquellas con tatuajes y conductas públicas cuestionables, así como extranjeros, personas con antecedentes penales y hasta miembros identificados de organizaciones criminales que solo aparentaban haberse desvinculado de las mismas. Actualmente, muchos de ellos han alcanzado altos niveles dentro de las instituciones de seguridad e integran o laboran (Topos) en puestos sensibles, favoreciendo a las organizaciones criminales.

POLITIZACIÓN DE LA INTELIGENCIA. Debilitamiento de la inteligencia al punto de enfocarse solo en la inteligencia política.

CONTROL DE LAS CÁRCELES. Flexibilización del sistema penitenciario, apelando a los DDHH, perdiendo el control de esta parte fundamental de la seguridad. Esto fue aprovechado por las organizaciones criminales para fortalecerse desde adentro, como se evidencia en las masacres de los últimos años.

DDHH. AGENDA INTERNACIONAL. Acogida de miembros de la FARC y de organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico y otras actividades delictivas, vendiendo la imagen de un país de paz y apoyo a la resolución de conflictos regionales, respetuoso de los Derechos Humanos, fortaleciendo con ello las estructuras delictivas.

Llama la atención que, en plena crisis de seguridad en Ecuador, en Panamá se presentara un defensor de los DDHH ecuatoriano exigiendo el cierre de Punta Coco.

COOPTACIÓN Y RECONFIGURACIÓN. Penetración del crimen organizado en toda la estructura del Estado y la sociedad. La cooptación de todos los órganos. Penetración y cooptación gradual de la clase política y empresarial en todos los niveles por parte del crimen organizado.

FUGA DE LÍDERES. Indiferencia de líderes políticos y empresariales, quienes prefirieron abandonar el país en lugar de enfrentar el problema.

SABOTAJE POLÍTICO. Sabotaje político a los gobiernos que precedieron a Rafael Correa desde el exterior y el interior con el apoyo de la izquierda internacional.

Panamá está siendo impactado por las organizaciones criminales internacionales y el interés del Foro de San Pablo de imponer su agenda en Panamá en plena campaña política.

Tomemos nota de la crisis en Ecuador y miremos en ese espejo.