Marginales

Por: Carlos Christian Sánchez Columnista -

“Calladito te vez más bonito”. Una ocasión, cierto asesor de un ministro le dijo en confianza, que cuando no supiera dar una respuesta correcta, era mejor evitar decir algo imprudente. Por desgracia, para varios funcionarios del Gobierno ñame, los buenos consejos no llegan a calar. Es más, todos los días hay patinazos que cuidado tendrán su costo político el 5 de mayo de 2019.

La última gran calamidad mediática del varelismo, son las desafortunadas declaraciones del director del Idaan en el pleno legislativo. Sugirió durante el interrogatorio de los diputados que en Panamá hay un “uso irracional de piscinas de plástico en los barrios marginales”. Es decir, que tú, yo y el resto de los panameños humildes somos de categoría inferior a la clase yeyesónica que pertenecen los acomodados ñames.

Agregó, además, el polémico funcionario, que “debe haber una iniciativa legislativa para regular el uso de esas piscinas”. “Tenemos una epidemia en los barrios marginales que es desproporcionada. Una piscina que cuesta $79 la llenan y la vacían todos los días… eso ustedes lo pueden ver en todos sus circuitos”, acotó el susodicho, a los honorables padres de la patria. Desde entonces, tras 72 horas de sus declaraciones, todavía sigue la lluvia de memes en las redes sociales y medios de comunicación.

Por dignidad, ese funcionario debió haber renunciado en el acto. Pero claro, jamás lo hará por los compromisos políticos. Igual aquel que nos dijo “mentecatos”, ese mismo que culpó a los comunicadores sociales de ser “vendedores de crisis”. Tampoco olvidemos a la señora que le dijo a un periodista que vive en la “estratósfera”. O cuando tildaron de “ñañecos” a quienes se quejaban del mal gobierno. Y para coronar la copa de helado con la cereza, nos llaman “marginales”.

Comentaba entre colegas y expertos en materia de comunicación, que existe una grave crisis en el manejo informativo de las autoridades del Gobierno de turno. No hay directrices concretas; eso sí, hay islas y territorios que operan al margen con el aval del mandatario en el poder. Cuando vez la publicidad televisiva o radial, pareciera estar todo bien, se pinta muy bonita la gestión gubernamental. Pero, en realidad, el barco del Estado varelista está rumbo a encallar en las rocas como el “Titanic”, que aparentaba ser insumergible.

Llamar “marginales” a los panameños humildes de los barrios populares nos recuerda cuando la oligarquía criolla de antaño despreciaba al “arrabal”, aquel sector fuera del Casco Antiguo en San Felipe. Allá vivía el “pueblus”, no eran más que los desplazados, los trabajadores y el hijo de la cocinera.

Amiga y amigo lector. Recuerda cada frase humillante que los ñames varelistas nos han restregado en la cara. Eso, guárdalo, hasta el día de las elecciones, para luego dar “bola negra” a los candidatos oficialistas. Es la única forma de hacernos respetar ante los politiqueros insolentes.

Larga vida y prosperidad para todos. Saludos, amigas y amigos...



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