México, ¿cambio de rumbo?
Por: Carlos Christian Sánchez -
El sueño de todo ser humano es la superación. La búsqueda de un futuro mejor, obliga a millones de personas a migrar a otras latitudes por oportunidades laborales, en países donde hay nuevos caminos para el progreso individual y familiar. El destino de 14.5 millones de inmigrantes ilegales latinoamericanos en los Estados Unidos de América, de los cuales el 80% son de origen mexicano, ha dominado el ambiente preelectoral en la tierra del Tío Sam, pero más aún en México.
Este domingo 1 de julio, unos 85 millones de electores elegirán un nuevo gobierno en México, país representativo del Continente Americano y la cultura hispanoparlante. Es inminente, según los expertos, un cambio de mando en esa nación. Y todo parece indicar que el candidato opositor Enrique Peña Nieto del Partido Revolucionario Institucional (PRI), tiene la ventaja, según los sondeos y la percepción analizada por los expertos en política mexicana.
La candidata oficialista Josefina Vásquez del Partido Acción Nacional (PAN) y el exalcalde izquierdista del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, aunque movilizaron las masas para buscar apoyo, no parecen haber cambiado el concepto tradicional de alternabilidad, en donde el PRI ha recuperado terreno en el electorado.
Según nos cuentan periodistas vinculados a medios locales, el debate presidencial giró en las opciones para la solución inmediata a la situación migratoria de los mexicanos en EE.UU. y la escalada de violencia generada por los narcotraficantes, agrupados en carteles poderosos e influyentes.
La frontera de México con EE.UU. es la meta de millones de personas que intentan conseguir trabajo en las grandes ciudades de Tijuana, Nuevo Laredo y Ciudad Juárez, las cuales son trampolín hacia el norte. Pero también el trasiego de drogas, la trata de blancas, la corrupción policial y la infiltración de los narcos en la política representan graves dilemas que el nuevo gobierno mexicano deberá enfrentar desde el próximo 1 de diciembre, cuando el futuro mandatario asuma el poder, en reemplazo del actual presidente Felipe Calderón.
Además de la presidencia mexicana, este domingo se elige también a 629 diputados federales y senadores, 6 gobernadores, 579 diputados locales, 876 ayuntamientos, 16 jefes delegacionales y 20 juntas municipales. Habrá que ver el nuevo balance de poderes en el parlamento azteca, el cual es importante para que el nuevo gobierno mexicano pueda realizar su gestión.
El debate migratorio continuará después del 1 de julio, puesto que en noviembre de este año también se decide si el presidente norteamericano Barack Obama se reelige o es reemplazado por el candidato republicano Mitt Romney. Y, por supuesto, la situación de los millones de latinoamericanos que residen ilegalmente en EE.UU. es cuestión esencial de las relaciones bilaterales entre la Casa Blanca y el Palacio de Los Pinos.
México es una potencia emergente regional, determinante para la integración económica de las Américas. Y Panamá es vital para el desarrollo comercial mexicano. Esperemos que el nuevo gobierno mexicano mantenga el ritmo de buenas relaciones con sus vecinos centroamericanos y consolide la amistad con nuestro país.
Larga vida y prosperidad para todos, saludos amigos