No olvidar el alzhéimer
Ha sido declarada la epidemia del siglo XXI. Uno de cada cinco ancianos mayores de 80 años y un 6% de personas que superan la barrera de
Ha sido declarada la epidemia del siglo XXI. Uno de cada cinco ancianos mayores de 80 años y un 6% de personas que superan la barrera de los 65 la padecen; aunque los primeros síntomas pueden aparecer en torno a los 40 o 50 años de edad. No se trata de simples olvidos, la enfermedad de Alzheimer es una dolencia neurodegenerativa irreversible que termina por dejar sin recuerdos a aquellos que la sufren.
Más de 20 millones de personas sufren alzhéimer en el mundo, una dolencia que consiste en la destrucción progresiva de las células cerebrales y que produce la pérdida de facultades mentales como la memoria, y elimina la identidad del individuo. La cifra, revelada por la Organización Mundial de la Salud, podría ser superior, ya que hay un gran número de casos sin diagnóstico.
Detener esta enfermedad degenerativa es una utopía por el momento, aunque sí existen fármacos que pueden ralentizar su efecto, con una incidencia mayor en las primeras fases del alzhéimer.
La paulatina pérdida de autonomía del enfermo hasta la total ausencia de conciencia precisa de un cuidado que aumenta conforme este tipo de demencia senil avanza. “Al principio era su apoyo, le ayudaba, pero ahora es un cuidado de 24 horas porque no se le puede dejar solo ni un momento. Es duro ver cómo la enfermedad supera a mi padre. Cómo ya no me reconoce”, cuenta una cuidadora.
Decía Gabriel García Márquez: “La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido”. Un olvido que se hace dueño y señor de la persona que sufre esta demencia, que borra recuerdos y a seres queridos por igual y obliga a estos últimos a enfrentarse a la difícil lucha diaria de la impotencia. Nunca la cercanía fue tan lejana.