Ocio
Por: Por: Milcíades Ortiz Catedrático -
Un análisis de la Sociología del Ocio, enfocado al turismo interno y externo de Panamá, indica que se desarrolló después de terminar la Segunda Guerra Mundial en 1945. Al disminuir el miedo de que el país y el Canal fueran afectados en la guerra, sectores de la clase alta hicieron casas en lugares frescos para disfrutarlas los fines de semana. Aparecieron las llamadas “viviendas secundarias” en Cerro Azul, El Valle de Antón, y más tarde en Cerro Campana. Algunas de ellas eran lujosas fincas con chimeneas y caballerizas, donde los fines de semana se reunían las familias a disfrutar del agradable clima y la abundante naturaleza. Tales viviendas se convirtieron en un símbolo de posición social, siendo El Valle de Antón el más notorio (todavía hay muestras de estas viviendas adineradas, con grandes jardines, etc.).
En los años 50 al mejorar la economía, sectores populares y de clase media se volcaban los fines de semana a ríos y playas. Entre ellos, el río Juan Díaz, Pacora, Chame y playas como Veracruz y San Carlos. Este turismo popular se caracterizaba por los “picnic”, donde se cocinaba arroz con pollo, sancocho y otros alimentos. Con el tiempo esta actividad se formalizó en la época seca, dando lugar a pequeños restaurantes y fondas. El turismo de playa se convirtió en algunos casos en polos de desarrollo, como sucedió con Coronado y las playas cercanas a Río Hato, ahora convertidas en zonas de turismo masivo nacional y extranjero con modernos hoteles.
Las clases medias profesionales comenzaron a desarrollar turismo en diferentes playas del litoral pacífico, actividad que todavía se realiza. En el interior, la provincia de Chiriquí ha sido la más beneficiada, especialmente en los sectores frescos como Boquete, Volcán y ciertas playas e islas. Al mejorar la economía mundial se intensificó el turismo extranjero en varios países latinoamericanos. Aquí en Panamá, de la visita de los extranjeros por unas horas para conocer el Canal y otros sitios, hemos recibido un nuevo tipo de turismo. Es el de los jubilados o retirados, principalmente de EE.UU., que vienen a convivir con nosotros su tiempo de ocio.
El turismo interno nacional trajo mejoras económicas para sectores campesinos y pescadores. Varios de ellos dejaron de trabajar lo tradicional para convertirse en empleados de viviendas, hoteles y restaurantes, mejorando su nivel de vida y educación. El turismo de jubilados también beneficia al país, pero a veces puede incomodar a la comunidad con costumbres distintas.