Odio
Por más que me trataron de convencer de las maravillas de una sociedad “sin clases”, justa, en la que los pobres manejarían el país para beneficio de
Por más que me trataron de convencer de las maravillas de una sociedad “sin clases”, justa, en la que los pobres manejarían el país para beneficio de todos, nunca acepté las ideas comunistas. Por eso me consideraban un “pequeño burgués”, víctima del lavado de cerebro del imperialismo yanqui, reaccionario, etc. Una doctrina política que promoviera el odio entre las personas de una sociedad no era mi ideal de democracia. Claro que aceptaba que el mundo era manejado por unos cuantos dueños de miles de millones. Que EE.UU. tenía a América Latina como su “patio trasero”. Promovía dictaduras militares y sus empresas buscaban la mayor ganancia con bajos salarios.
Eso de quitarles a los que tienen para dárselos a los “de abajo” no me convencía. Si las propiedades eran adquiridas en forma legítima, ¿por qué quitárselas a los dueños? Mi ejemplo principal de “libre mercado” y capitalismo lo tenía en mi padre. Toda su vida trabajó para vivir bien y echar para adelante con su familia. ¿Por ir al Valle de Antón en vacaciones, con los ahorros logrados dólar a dólar, nos convertíamos en burgueses que había que eliminar con una revolución sangrienta? Con los años quedó al descubierto la gran mentira del comunismo en Rusia, China y otros países. La democracia puede tener muchos errores, pero permite al hombre superarse y gozar de libertad de expresión.
En Rusia, Cuba, China no permitirían partidos que se opogan al régimen. Aquí hay facilidades para que busquen el voto y se lo den a personas que hace poco gritaban en contra de la “democracia burguesa aliada al imperialismo yanqui”. No crean que esto es un juego político. En Chile llegaron al poder con el doctor Allende que casi destruye la nación. En Venezuela llevaron al trono al militar Chávez y en Nicaragua a Ortega, etc. “Las ideas se combaten con ideas”, es un hermoso pensamiento. En la realidad funciona solo para el lado democrático. Si en Panamá en los próximos años ganaran las elecciones los camaradas, sufriríamos un retroceso económico y social. Recuerden que ya no están los gringos en el Canal para sostener nuestra democracia. Sé que varios pensarán que exagero. Ojalá sea así...