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C uando se habla de violencia doméstica pensamos en un hombre dándole un trompón a una mujer. En caso extremo matándola. Por muchos años esta conducta no
C uando se habla de violencia doméstica pensamos en un hombre dándole un trompón a una mujer. En caso extremo matándola. Por muchos años esta conducta no era considerada un delito. Hay frases chistosas como "el que te quiere... te aporrea". Muy vieja es aquella que "a la mujer no se le pega con un pétalo de una rosa... ¡sino con un palo de escoba! También el sabio consejo que "en pela de marido y mujer... ¡nadie se debe meter!" Menos mal que en Panamá las cosas han cambiado sobre esta situación. Se acepta que es un hecho que no tiene justificación. Nada que está en los genes de los hombres como piensan los machistas. Antes las mujeres dependían económicamente del sueldo del varón. Por violencia doméstica por lo general no se daban denuncias.
Supe que una dama "aporreada" le confesó al juez que retiraba la acusación contra el golpeador. Su excusa fue "¿y mañana quién pagará la renta y la comida?" Ahora con las mujeres integrándose a la actividad económica ha desaparecido esta razón para soportar palizas. Tampoco se ve "mal" en la sociedad una mujer separada, divorciada, sin marido, etc. Se supone que el machismo y el descontrol psicológico han disminuido en el país con la educación y las sanciones contra la violencia familiar. Sin embargo, las estadísticas señalan que están aumentando las denuncias de este delito. En los primeros meses de este año se recibieron casi 800 denuncias en las provincias de Panamá, Darién y Colón. Es necesario señalar otros aspectos de este problema social.
Uno de ellos es que hay hombres maltratados por sus parejas. Es vergonzoso para un varón denunciar que su mujer lo golpea. Hay maneras "sutiles" de violencia de una dama contra su pareja. Investigación que hice hace años indican que entre los varones violentados habían policías...
Otras formas de violencia doméstica son las que se cometen contra personas mayores. Van desde aprovecharse de sus jubilaciones, obligarlos a trabajar enfermos, hasta insultos y burlas por limitaciones causadas por la edad. No es raro que abuelos tengan que comprarle un costoso celular al nieto vanidoso para evitar que lo critiquen o insulten. Peor es que les roben plata para drogas... Cualquier acción para evitar esta amarga realidad es conveniente. Ya sea una "Ciudad Mujer", Gabinetes Antiviolencia, etc...