Si me callan, nos callan…
Por: Carlos Christian Sánchez Columnista -
En el pasado gobierno, un grupo de medios y periodistas hicieron con claros intereses politiqueros una campaña contra la administración de turno para desprestigiar al mandatario. Todo el enfoque era preparar el camino para que cierto candidato presidencial ganara el poder, como sucedió con Juan Carlos Varela.
Como era de esperarse, varios comunicadores sociales y medios afines al varelismo fueron contratados en la planilla estatal para agradecerles su respaldo. Todavía recuerdo una frase de cierta periodista reconocida que decía: “Si me callan, nos callan”. Y con la cantaleta, hicieron ver como perseguidor al anterior gobierno, cosa que nunca se comprobó. Pero el tiempo dirá otra cosa, una nueva realidad es la presente.
En la semana que concluye trascendió la detención del periodista y jurista Julio Miller, por el cobro de honorarios referentes a los servicios prestados en la empresa Hidalgo & Hidalgo en materia de publicidad y relaciones públicas. La malicia comenzó a rondar la medida, según la opinión pública, puesto que todo el mundo sabe que el periodista es declarado opositor al régimen actual que lidera Varela.
De inmediato, abogados gremialistas, comentaristas de importancia en medios de comunicación y hasta el Colegio Nacional de Periodistas (Conape) cuestionaron la arbitraria detención de Julio Miller, por considerarla excesiva. En tanto, a otras personas acusadas e investigadas por similares casos se les da “país por cárcel” o “casa por cárcel”. Como dicen, al mensajero de las malas noticias se le condena por decir la verdad que no quiere escuchar el gobernante de turno y lo enchirolan.
En ciertos medios de comunicación afines al varelismo y el “call center” oficialista vienen filtrando amenazas contra opositores y periodistas que adversan al poder ubicado en San Felipe. Dicen que detendrán a más de 50 personas por ser miembros de un partido político adverso o porque eran parte del gobierno pasado. Pero es el principio de una dictadura del terror, que incluso comienza a ver con preocupación los centros de derechos humanos y pro democracia, así como las cadenas de noticias internacionales.
Ya en los memes, circula en redes sociales y la internet la imagen de Julio Miller, en donde se pide su liberación, y la frase “Si me callan, nos callan”. Ahora el pueblo panameño comienza a activarse para exigir el freno a los abusos de las autoridades que persiguen a otros, solo por ser opositores o Cambio Democrático.
El mundo da vueltas. Ojalá la comunicadora que esgrimió la misma frase también la recalque pronto para pedir justicia para su colega Julio Miller. El que calla, otorga, ¿no? Larga vida y prosperidad para todos. Saludos, amigas y amigos…