‘Si yo fuera presidente’

Por: -

Julio César Caicedo Mendieta

Colaborador

Dadas las circunstancias horribles que estremecen al país (inseguridad y más muertes que en la dictadura), inmediatamente me reuniría con la cúpula del poder real en Panamá (la policía) y les manifestaría junto con un fortín de abogados honestos que se trata de un golpe de Estado muy corto y con absoluta disciplina. Hago arreglos de pago con todas las empresas a las que se les debe plata. En la capital, los obreros de la construcción entrarán a las ocho de la mañana, todos los estudiantes y profesores a las diez antes meridiano y las oficinas gubernamentales que la mitad vaya un día sí y la otra no, incluyendo sábados y domingos, o sea, que la jugosa planilla pública de la capital trabajará todos los días a partir de las once de la mañana, todos los trámites que se requieran también podrían hacerse en las dependencias provinciales.

Como con el primer parrafazo los tranques vehiculares mejorarán un poco, con pistola en mano me encomendaría a DS y les pediría a los dueños de los "diablos rojos" que reparen los miles de buses Caterpillar que descansan en Veracruz cerca del hotel Playa Bonita. Les pago a los colombianos de metrobús incluso el pasaje para que se vayan. Las flotas de hasta 200 taxis de venezolanos, chinos y colombianos que obligan a pagar cuentas diarias de 40 dólares a los conductores panameños, los busitos piratas que exigen 60 dólares diarios serán decomisados, es decir, volveremos con gusto mejorado tanto a los "no voy" como a los "fitipaldeños" de los "diablos rojos"… menos que maleantes que no son de aquí nos expriman y nos falten el respeto si Panamá no ha perdido ninguna guerra.

En esos cuatro años de "rescate nacional", el primer despistado que venga con un proyecto para construir algo nuevo o traer asesores cubanos, más casinos o algo parecido será enviado de vacaciones a Punta Coco. Lo demás todo seguiría igual, esperando que en esos 48 meses salga una constitución que pueda mejorar significativamente: La paila de guacho (la canasta básica no existe), la educación, el suministro de agua potable, la erradicación de la megaminería, la seguridad, la libertad de expresión, la CSS, la CSJ, los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y que incluya que para ser funcionario por elección popular, primero tendría que pasarse un estricto examen de barra. Mientras, como dictador me transportaría con un yate decomisado al narcotráfico haciendo las escalas necesarias en puerto de Balboa, El Terraplén, hotel Miramar, puerto de Juan Díaz, Coquira, el puerto clandestino de Campana, Juan Hombrón, Aguadulce, Boca de Parita, Mutis, Puerto Armuelles y Pedregal; como a Colón se le han pegado tantas mentiras, iré de incógnito a comer arroz frito de los chinos. Los millones de dólares en chatarra de vehículos casi nuevos que tienen el Gobierno y la CSS serán rematados en una licitación internacional con hotel y comidas gratis para rescatar algo de ese despilfarro con las flotas de autos gubernamentales en todo el país. No más vehículos para ningún funcionario.



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