Sueños de opio
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La pública confesión del director del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), José Donderis, de la tardía e ineficaz respuesta que dieron a la población de Samaria en el distrito de San Miguelito; y en Juan Díaz, en el distrito capital, ante la emergencia climática que afectó a miles de panameños, debe llamarnos a la reflexión.
De nada valen los "mea culpa" del Gobierno Nacional, cuando estamos hablando de 3 mil personas afectadas, cuando vemos a un gobierno reactivo que en vez de prever y actuar en consecuencia, lo que hace es sentarse sobre los problemas, mientras que los más pobres son los que padecen.
Este estilo de gobierno basado en la lentitud y la improvisación ha impuesto la tónica en nuestro país, por lo que cada día más crecen las quejas de los panameños que ya sin asombro ven cómo Panamá se va estancando.
Esta filosofía del menor esfuerzo o de la indiferencia institucionalizada, parece que ha encontrado terreno fértil y ha florecido en la administración varelista, lo triste es que el pueblo es el que paga las consecuencias.
Mientras que los gigantescos proyectos de obras públicas están paralizados o deteriorándose, cunde en todos los ámbitos de la vida nacional el pesimismo y la desilusión ante las promesas incumplidas, sigue creciendo la persecución a los adversarios políticos del actual régimen.
Varela que despierte de su sueño de opio, y se ponga a trabajar por el país y cumpla sus promesas, es lo que todos los panameños quieren.