Víctimas
Por: Milcíades Ortiz Catedrático -
A fuera de la prisión norteamericana estaban dos grupos que expresaban su manera de pensar. El más numeroso señalaba los derechos humanos, la regeneración del delincuente, que la sociedad no tiene derecho a quitar una vida, etc. Pedían que no se ejecutara a un reo. En el otro extremo, pocas personas solicitaban justicia para las víctimas. Este hecho real ocurrió en EE.UU. hace años. No ha sido el único. Allá y aquí existen organizaciones en cantidad para proteger a los delincuentes.
Hay pocas para defender los derechos humanos de las víctimas. En el caso narrado, el desalmado había torturado, violado y asesinado por lo menos a cinco mujeres... Al final lo ejecutaron y hubo muchas protestas. Recordé esto el otro día cuando intenté averiguar qué había pasado con el chiquillo de diez años que participó arma en mano en un asalto en Chiriquí. Que no me vengan que "no es imputable" y se quedará sin castigo "su gracia". No me canso de señalar que no hay ninguna diferencia en que a Ud. lo mate un niño de diez años o un adulto de treinta. Ambos violaron la ley ¡y deben ser castigados!
Hay dos enfoques sobre detenidos. El moderno habla de rehabilitar al delincuente para que se integre a la sociedad. El otro señala que es mejor sacar al maleante para que no cause daño a la sociedad. Los dos planteamientos tienen sus aspectos positivos. No todos los delincuentes quieren rehabilitarse, aunque Ud. no lo crea. Existen los llamados "carne de presidio" que no harán esfuerzos por cambiar su conducta. Sobre las cárceles también existen dos enfoques. Uno indica que debe ser un sitio de castigo, para que el delincuente sufra por violar la ley. Hace años se hablaba del "trabajo forzado". Serviría para convencer al reo de que debe cambiar su conducta y "el crimen no paga".
Ahora se dice que las cárceles deben ser "cómodas"... Aquí hemos gastado millones haciendo prisiones modernas que a lo mejor son mejores que el "guetto" donde vivían los "privados de libertad". En los últimos meses está de moda la absurda medida de dar "país por cárcel" o "casa por cárcel". Tal medida se aplica especialmente a los delincuentes de "cuello blanco". ¡Qué gracia! Haga la maleantería que quiera y ¡lo premiaremos! ¿Esto servirá para regenerar a los maleantes?