Nueva amenaza de desborde del río La Villa le roba sueño a santeños

Tras las inundaciones del 9 y 10 de noviembre, los residentes de al menos 18 casas afectadas sacaron todos sus enseres mojados y dañados por el agua del río La Villa, mientras en horas de la mañana del domingo, las nubes comenzaban a formarse.
Los moradores de Villa Bonita aún adelantan las labores de limpieza y desinfección de sus pertenencias.

Los moradores de Villa Bonita aún adelantan las labores de limpieza y desinfección de sus pertenencias.

Por: Thays Domínguez / Web -

Panamá- Mientras una nueva amenaza de desborde del río les roba las horas de sueño, los moradores de Villa Bonita, en La Villa de Los Santos, adelantan las labores de limpieza y desinfección de sus pertenencias.

Tras las inundaciones del 9 y 10 de noviembre, los residentes de al menos 18 casas afectadas sacaron todos sus enseres mojados y dañados por el agua del río La Villa, mientras en horas de la mañana del domingo, las nubes comenzaban a formarse.

"Lo hemos perdido todo. Nos queda comenzar nuevamente, botar lo que se nos dañó y esperar, aunque todavía tenemos mucho temor", indicó Agustina Vásquez, moradora del lugar.

Según narró, lo que vivieron fue una verdadera pesadilla, ya que en minutos el agua subió casi hasta el techo de las casas, dañando muebles, colchones, ropa, enseres de cocina y hasta los alimentos.

Los moradores de Villa Bonita la mañana del domingo vivieron momentos de tensión, luego que al amanecer descubrieron que el agua nuevamente subía de nivel, llegando hasta los patios de las primeras residencias.

Para su alivio, los niveles fueron disminuyendo a medida que pasaron las horas; sin embargo, la Fuerza de Tarea Conjunta se mantiene en alerta ante la posibilidad de nuevas inundaciones.

Tras la jornada de limpieza, el municipio de Los Santos realizó en el lugar un operativo de limpieza, con el fin de recoger todos los artículos dañados, y desecharlos.

El alcalde, Maximiliano Amaya, indicó que a las familias afectadas se les ha apoyado con alimentos secos y comidas preparadas, así como la recolección de la basura, una vez el agua bajó y los organismos de rescate aseguraron el sitio.

Tal fue la magnitud de los enseres dañados, que el vertedero del sector quedó a su máxima capacidad, lo que motivó que se hicieran trabajos adicionales para evitar que colapsara.

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