Portobelo amanece cerrado por apertura de iglesia y plazas de empleo

Desde las 4:00 a.m., algunos residentes de la comunidad de Portobelo-cabecera en la Costa Arriba de Colón cerraron la carretera, que comunica la población con el resto de la provincia Atlántica, exigiendo la apertura de la Iglesia Católica y por plazas de empleos en proyectos de restauración de fortificación españolas.

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Los pobladores colocaron en la entrada de la población histórica, ramas y troncos de árboles, lo que paralizó el tráfico vehicular en esta área de la costa.

Mientras que a poca distancia, agentes de la Policía Nacional tratan de mediar para que los residentes procedan a abrir la vía pública, debida afectación que ocasionan el libre tránsito.

Desde finales del mes de diciembre se dio un incidente entre el párroco de la Iglesia San Felipe donde está la imagen del Cristo Negro, donde el religioso anticipó la misa de fin de año, lo que no fue bien visto por sus residentes, que consideran que el padre, quiere cambiar la tradición de recibir el año nuevo en la iglesia

A todo esto, Carlos Chavarría, alcalde de Portobelo, manifestó que se está buscando el diálogo entre el obispado y los pobladores, para lograr un acuerdo que lleve a la apertura del templo religioso.

Además de que también protestan por plazas de trabajo para los pobladores.

La Alcaldía de Portobelo actúa como mediador en este tema del conflicto entre algunos residentes portobeleños y el obispado colonense.

En cuanto a la protesta, los residentes de Portobelo quieren una oportunidad laboral en los proyectos de restauración de las fortificaciones españolas.

Para el señor Víctor Manrique, de 36 años de edad, quien se dirigía hacia su puesto de trabajo opinó que se debe llegar a un acuerdo entre las partes para no afectar a terceros, que no tienen nada que ver con esta molestia.

Mientras que Eusebia Salazar, de 48 años de edad, moradora de la Costa Arriba de Colón pidió un alto a la confrontación entre la iglesia y la comunidad de Portobelo y se pueda llegar a no afectar la religiosidad no solo de los portobeleños, sino de muchas personas, que vienen ante la imagen del Cristo Negro a pedirle favores.