Constituyente cují
"Lo que primero hay que hacer en reformas constitucionales es quitarle casi todos los poderes posibles al presidente", afirma Martinelli.
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Por: Ricardo Martinelli / Expresidente de la República -
He leído detenidamente el discurso del señor presidente en el Tribunal Electoral y solo puedo decir esa célebre frase: "Miente como respira". Tras oír sus planteamientos a la medida para justificar lo imperdonable y hacerse el mártir cuando es el villano, no me queda más que pensar en esta nueva "triquiñuela" de alguien que todos queremos que termine y lleguen el amor y la prosperidad, ya que solo hemos tenido odio y decrecimiento económico. Sus sarcasmos y mentiras ya no surten el efecto; por eso y por miedo, ese llamado a una constituyente para prolongar su mandato.
Claro que se necesita reformar la Constitución, ¿pero por qué no hacerlo por dos asambleas? ¿O bien, un compromiso del otro gobierno a que la haga? ¿Por qué nos quieren meter este cují? Los tiempos no dan, salvo que se pospongan las elecciones. ¿Queremos eso? No lo creo, ya que lo que primero hay que hacer en reformas constitucionales es quitarle casi todos los poderes posibles al presidente, ya que este, además de serlo, es un monarca absoluto alrededor del cual todo gira, y no debería ser así.
El presidente, sea el que sea, con la Constitución actual, si nos sale uno malo, odioso y perseguidor, estamos listos y fritos, al no haber un balance de poderes reales. Por medio del Consejo de Seguridad, entidad adscrita al Ministerio de la Presidencia (en mi caso de pinchazos es adscrita a mí), se ha convertido en el factor decisivo de cómo debe actuar y fallar todo el sistema judicial, lo hacen con base en el miedo y la coacción. Esto debe acabar. Por eso felicito a la Asamblea Nacional y a todos los valientes diputados de CD/PRD/Molirena por la osada postura en pro de la democracia que han tenido, y muy en especial a esa dama capireña, la HD Yanibel Ábrego.
Debe haber independencia absoluta entre los órganos del Estado y no deben ser controlados por la plata y menos por las amenazas. Hay que cambiar el método de selección de los magistrados de la Corte y cómo estos nombran a todos los jueces y fiscales, que debe ser por concurso, para que estos no reciban presiones superiores de cómo deben fallar.
El jefe de la Policía debe ser un civil, igual que no debe haber militares jefes de la UAF, Consejo de Seguridad, pero sí debe haber un militar en el Gabinete, Senan y Senafront, gente competente y apolítica. El contralor debe actuar con más contundencia y no responder al Ejecutivo ni aceptar sus llamadas. No debería asistir al Gabinete para que no esté prejuiciado en sus apreciaciones.
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Aduanas y Migración deben ser profesionales competentes, al igual que en todos los otros puestos públicos. Profesionales del ramo serían los más adecuados para liderar todas las instituciones del Estado. Tener una carrera administrativa y prohibir la filiación partidaria en el Estado para que cuando "se bote" a los del gobierno anterior, como siempre hacen, no se haga más. Debe asegurarse un porcentaje fijo del presupuesto para la educación, seguridad, salud e inversiones. Cada uno que se ajuste a su medida.
Se debe involucrar más a toda la sociedad en el quehacer gubernamental. Creo que se debe involucrar a los gremios empresariales, sindicales, eclesiásticos, civiles, comunales, cívicos, en la consecución de todas las obras estatales y que sean estos quienes decidan a quién se le adjudica una obra, siendo ellos el comité de calificación junto con el Estado, así todos somos parte y evitarnos la corrupción.
En todas las entidades públicas que tengan junta directiva debe haber una mayoría privada y si se nombra un ministro, este debe asistir, cosa que no hacen, y designan al más bobo de la institución.
Debe haber un Tribunal Constitucional que dirima las inconstitucionalidades de la Corte Suprema de Justicia, que por ayudar a sus miembros ha cometido una serie de aberraciones jurídicas, tales como los referentes a la imputación, acusación, los indultos y otros de ingrata recordación. Debe haber una forma civil de poder sacar a un magistrado de la Corte con la consecución de firmas. Igual debería aplicarse a todos los funcionarios, electos o no.