La selección más joven de la historia mundialista de Francia no convenció

Las bajas de Dembelé y Tolisso no son una sorpresa. Se venían mascando en los últimos días. Era necesario un golpe de timón y el técnico vascofrancés lo redujo al mínimo.
El jugador francés Ousmane Dembele (c) durante un entrenamiento. Foto EFE

El jugador francés Ousmane Dembele (c) durante un entrenamiento. Foto EFE

Por: Moscú/EFE -

El sacrificado del tridente francés es Ousmane Dembelé, para el segundo partido de los "bleus" en el Mundial de Rusia contra Perú. El barcelonista deja su plaza a Olivier Giroud, según se desprende de las filtraciones del entrenamiento a puerta cerrada de este martes en su cuartel general de Istra, a las afueras de Moscú.


Tampoco estará de salida contra los incas el centrocampista Corentin Tolisso, que cederá su puesto a Blaise Matuidi. Dos jóvenes de 21 y 25 años dejan su puesto a dos veteranos, de 32 y 31. Se acabó la revolución juvenil del primer partido, la selección más joven de la historia mundialista de Francia no convenció y el seleccionador, Didier Deschamps, rectifica.


Las bajas de Dembelé y Tolisso no son una sorpresa. Se venían mascando en los últimos días. Era necesario un golpe de timón y el técnico vascofrancés lo redujo al mínimo. Cambia magia por músculo, vértigo por consistencia, ante un rival que juega al toque, que les disputará el balón y que, a diferencia de Australia, no se cerrará en su área porque necesitan imperiosamente los tres puntos.


Perú se encontrará una Francia más clásica, más parecida a lo que viene proponiendo Deschamps desde que hace seis años se encargó del equipo, al que aupó hace dos al subcampeonato de Europa.


Contra Australia cedió a la tentación del buen gusto y situó toda la dinamita que tenía, atraído por la buena imagen que el tridente Mbappé-Griezmann-Dembelé habían dejado en el amistoso contra Italia de principios de mes.

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Francia ganó, sí, pero no fue un triunfo de esos que dejan sabor de victoria. Al contrario. Se pasó los días siguientes disculpándose. Pidiendo perdón por la victoria o, mejor dicho, por la forma en la que ganaron.


El discurso oficial fue claro. Faltó personalidad, contundencia y solidez, justo lo que otorga Matuidi, que hasta que se quedó en el banquillo el pasado sábado parecía como la prolongación de Deschamps en el césped. Un Deschamps de los tiempos modernos.


Al seleccionador debió parecerle que su apuesta por la alegría le quedó demasiado triste y frente a un rival más ofensivo ha querido poner un equipo más serio. El Mundial, cuando lo juegas con pragmatismo, tiene estas cosas.


Tampoco se puede decir que Deschamps dé un giro radical. Mantiene tres atacantes, Mbappé-Giroud-Griezmann, aunque habrá que ver el papel que juega el jugador del Atlético de Madrid.


Como falso "9" ante Australia quedó desdibujado. Con un "9" de verdad como Giroud -máximo goleador de los franceses convocados- por delante tendrá el mismo punto de referencia que tiene en su club con Diego Costa. En busca del mejor Griezman, que no parece tener ni rastro del golpe en el talón de Aquiles que le impidió entrenarse ayer con normalidad.


Mbappé, por su parte, se ha ganado el estatus de intocable, pese a que con la "bleu", por ahora, ha estado discreto. El eslabón más débil era Dembelé, que apenas alcanza la decena de partidos y solo ha sumado un gol.


En el centro del campo Deschamps quiere ganarle la partida al "Tigre" Ricardo Gareca, que vio como su equipo daba una lección de fútbol ofensivo en su estreno contra Dinamarca, pero se llevó un revés de realismo. Muchas ocasiones y ningún gol.


El técnico galo no quiere dejarle el control del medio del campo y por eso sitúa a un perro viejo como Matuidi escoltado por N'Golo Kanté. Para la creación ya se encargará Paul Pogba.


Tampoco cambia la defensa, pese a las críticas que han llovido sobre el central Samuel Umtiti, autor de una mano absurda en el área que permitió a Australia empatar y dio un susto de muerte a Francia.


Llovía sobre mojado, porque el jugador del Barcelona venía dando síntomas de nerviosismo en los últimos partidos. Pero Deschamps le confirma su confianza, al igual que al madridista Raphael Varane. El eje de la defensa es sagrado para el seleccionador francés.


En los laterales repetirán dos jovenzuelos. Benjamin Pavard por la derecha y Lucas Hernandez por la izquierda. Ambos estuvieron bien en el debut. Ahí sí se mantiene la apuesta juvenil.



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