Luka Modric, uno de los sobrevivientes de la Guerra de los Balcanes
El jugador de la selección de Croacia prefirió hablar del presente y futuro.
El jugador de Croacia Luka Modric. Foto: EFE
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Por: Moscú/AP -
Luka Modric no quiere hablar del pasado, ni el propio ni el de su país.
Le recuerda las penurias que pasó en su niñez durante la Guerra de los Balcanes, y porque en el pasado Croacia nunca fue campeona del mundo.
Podría serlo el domingo, así que para Modric hay motivos de sobra para hablar del presente y del futuro.
“Estamos en la final de la Copa del Mundo, tenemos una oportunidad histórica, así que lo importante es estar concentrados en el partido”, comentó el dínamo de la selección croata el sábado durante la conferencia de prensa en el estadio Luzhniki de Moscú.
Modric trató de zanjar así la pregunta que le hizo un periodista, quien dijo haber cubierto la Guerra de los Balcanes e inquirió si el mediocampista consideraba que aquel conflicto había forjado el espíritu de esta generación de jugadores croatas.
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“No me gusta volver a estas cosas. Todo eso está en el pasado”, respondió Modric. “Desde luego, todo influye sobre ti. Eso nos volvió más resistentes como pueblo, como nación”.
Modric estaba por cumplir 6 años en 1991, cuando el estallido de la guerra desplazó a la familia de su aldea de origen. El abuelo homónimo de Modric fue ejecutado, supuestamente por las fuerzas serbias, y alguna versión periodística en su país llegó a mencionar que aquel niño presenció el momento de la muerte, si bien el futbolista no lo ha confirmado jamás públicamente.
En cambio, Modric ha insistido en que no alberga resentimiento hacia los serbios. De hecho, tuvo elogios para el tenista Novak Djokovic quien se ganó críticas en su nación tras manifestar su deseo de que Croacia gane el encuentro del domingo ante Francia.
“Le agradecemos su apoyo a la selección croata, nosotros somos también sus admiradores”, resaltó el jugador del Real Madrid.
No quiere hablar del pasado
El único antecedente de un encuentro entre franceses y croatas en el Mundial se remonta a 1998. Los anfitriones se impusieron 2-1 en Saint Denis y avanzaron a la primera final de su historia, para coronarse con una goleada sobre Brasil.
Tampoco ese antecedente importa para Modric.
“No quiero hablar del pasado, sino del futuro, porque ahí es donde puede haber un título”, valoró. “Nosotros no tenemos que cambiar nada del funcionamiento de nuestro equipo. Debemos tomar esto como un partido más, porque hemos hecho una gran Copa del Mundo”.
Sí, Croacia es la encarnación principal de un Mundial lleno de sorpresas. Y disputa la final en buena medida gracias al talento de Modric para mover el balón en el centro del campo.
Una selección con mucho aliento
La otra clave es que estos croatas han luchado literalmente hasta el último aliento.
Debieron remontar desventajas y disputar alargues en cada uno de sus encuentros de eliminación directa para aterrizar en el duelo por el título. Superaron por penales a Dinamarca en los octavos de final, antes de sobreponerse a la presión del público y a la anfitriona Rusia en cuartos.
Y en la semifinal ante Inglaterra, Croacia forzó una nueva prórroga, y se impuso con un tanto de Mario Mandzukic, elogiado el sábado por Modric.
“Mandzukic te aporta mucho cuando eres su compañero”.
El balón de Oro
Es cierto, pero Modric aportó los pases y la pausa durante todo el certamen. La contribución del volante del Real Madrid ha sido tal, que comienza a hablarse de la posibilidad de que rompa el duopolio ejercido por Cristiano Ronaldo y Lionel Messi en la entrega de los premios The Best de la FIFA y del Balón de Oro.
“Lo repito, sólo me concentro en el éxito de mi selección nacional. Cuando lo mencionan en ese contexto, es bueno que le esté haciendo compañía a ellos, pero sólo trato de hacer que mi equipo gane mañana la Copa del Mundo”, dijo. “Las recompensas individuales no son prioritarias para mí”.
Dudaron de él por su tamaño
Tampoco serían poca cosa para aquel niño que llegó a interrumpir algún partido de fútbol a fin de huir de las bombas, y que alcanzó apenas los 1,72 metros de estatura.
“No tengo nada especial que decirles a quienes dudaron de mí por mi tamaño, pero... creo que eso siempre fue una buena motivación para mí, demostrar que no tienes que ser un tipo muy grande para jugar a un buen nivel”, contó Modric.
¿Con qué palabras motivará el capitán a sus compañeros antes de la final?
“Les diré lo que sienta en este momento. Nunca preparo mis discursos para los jugadores. Las palabras vendrán solas a mí”, respondió. “Tenemos que concentrarnos en el partido, dejar las emociones a un lado... es la final y queremos hacer historia. Y si supiera qué voy a decir, sinceramente no lo compartiría con ustedes”.