Detienen en Ecuador a israelí que escapó de La Joyita

El israelí Shy Dahan, quien se evadió desde el centro penitenciario La Joyita el 14 de junio de 2018, fue detenido en Ecuador, junto a otro hombre, en una presunta estafa en la venta de insumos médicos.
Ambos hombres se hacían pasar como agentes de la DEA, en Estados Unidos, según declaró María Paula Romero, ministra de Gobierno de Ecuador.  
Dahan habrían tratado de vender mascarillas y pruebas de detección rápida de COVID-19 bajo una identidad falsa.  Aparentemente, los dos individuos habrían falsificado documentos para hacerse pasar por representantes de la Drug Enforcement Administration (DEA) en Ecuador. Y agregó que la falsificación "tenía una gran audacia".
Los dos sospechosos fueron detenidos en la provincia de Santa Elena, en el suroeste del país y uno de sus balnearios más conocidos. La Embajada israelí en Ecuador ha declinado confirmar o desmentir la información.

En Panamá se mantiene una alerta roja de Interpol para tratar de ubicar al hombre, quien se evadió el día en que supuestamente pretendía hacer un pago de un millón de dólares a unas personas, para que le brindaran protección dentro de la cárcel donde solo estuvo tres meses y donde presuntamente lo extorsionaron.

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Shy salió de Panamá en un avión privado hacia Miami, donde estuvo por mucho tiempo y según el medio israelí, nunca salió de América.

Dahan fue acusado por un caso de estafa y llegó a Panamá extraditado por España el 16 de marzo de 2018, y recluido en el centro penitenciario La Joyita, de donde se escapó el 14 de junio del mismo año.

El israelí estaba privado de libertad desde el 16 de marzo del 2018, tras ser extraditado de España. Tenía proceso de estafa en el Juzgado Sexto.

Dahan alegó que había pagado cerca de un millón de dólares en los 3 meses que estuvo preso en cárcel La Joyita, antes de fugarse el 14 de junio, cuando fue llevado a un banco en Calle 50 para retirar de la caja fuerte $1 millón y pagar más sobornos. Fue acompañado por una escolta policial y 3 carros civiles.

Según narró, al llegar al banco, sus acompañantes temieron aparecer en cámaras de seguridad por lo que decidieron mantenerse fuera del local, no sin antes amenazar con matarlo si hacía algún movimiento raro. "Una vez solo en el banco y sabiendo que después de pagar, me podían matar, tomé la decisión de evadirme", dijo.