Exigen salida de sectas religiosas tras muertes y prácticas satánicas en comarca

"Estamos pidiendo la salida de todas las células que integran esta secta religiosa que han abusado y matado a pobladores de la comarca Ngäbe-Buglé, aprovechándose de la necesidad espiritual de las personas ", exigió  Ricardo Miranda, dirigente comarcal.

"Este nivel de atrocidad y asesinatos nunca se había visto en la comarca", expresó el líder comunitario,

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Miranda consideró que esta secta compuesta por extranjeros y establecida en la comunidad Alto Terrón, en el área comarcal entre Veraguas y Bocas, maltrataron, golpearon, quemaron, y asesinaron a niños, mujeres, y hombres, por eso exigimos la salida de este grupo religioso de inmediato.

Ricardo Miranda, representante del Consejo General de la Juventud de la comarca Ngäbe-Buglé, denunció que la secta está reclutando a ngäbes, específicamente en Santa Catalina, y hay un grupo de nativos que son cómplices de estas  prácticas satánicas que se realizan fuera del país y las están introduciendo".

El denunciante dijo que las autoridades del congreso  del pueblo ngäbe que deben exigir el registro de todos las agrupaciones religiosos que accionan dentro de la comarca, como se ha establecido.  "No hay registro de estos grupos", recalcó.

El congreso Ngäbe-Buglé debe ser garantes de las leyes dentro de la comarca, y debe haber un registro de todos los grupos religiosos.

Miranda dijo que esta investigación por las muertes y abuso contra la población indígena, debe ser también investigado por Migración y Ministerio de Trabajo para conocer cuál es la intención verdadera de los extranjeros que están en la comarca.

Los hechos

Los cadáveres de seis menores y una mujer, cuyas muertes se le atribuyen a un exorcismo masivo para sacar demonios, realizada por un pastor de la secta Nueva Luz de Dios, fueron exhumados ayer de una fosa común en la comunidad de Alto Terrón, en un área comarcal entre Veraguas y Bocas del Toro.

Unos 10 miembros de la secta, entre ellos un excorregidor del área apodado "El Mesías", dos menores y una mujer, fueron detenidos y llevados encapuchados por las Fuerzas Especiales hasta la cárcel de Santiago.

Las víctimas en los ritos eran golpeadas con tablas y hasta con biblias, les apretaban el cuello y les metían maderos ardientes en la boca para "sacarles los demonios". En la apartada iglesia fue encontrado un chivo sin lengua.

También fueron rescatas 11 personas y evacuadas en un helicóptero del Senan.