Extra muerte
Extra muerte
Por: Mayra Madrid / Chiriquí Mayra Madrid / Chiriquí -
Familiares de Ana Judith Moreno Espinoza, de 25 años, denunciaron la mañana de ayer, jueves, la extraña muerte de la joven por, presunta, negligencia médica en el Hospital Materno Infantil José Domingo de Obaldía, en David, Chiriquí, a donde acudió en busca de atención médica para dar a luz a su hija.
Kevin Martínez Grimas, esposo de la hoy occisa, relató que el sábado 10 de marzo su esposa ingresó al hospital en referencia. Una inmensa felicidad lo rodeaba, pero pasaron algunas horas para que se convirtiera en el peor día de su vida, cuando le dieron la noticia que su mujer había muerto.
"Eran las 10:00 de la mañana cuando llegamos al hospital; la ingresaron a la sala de labor... fueron pasando las horas. Preguntaba a cada rato, solo me decían que estaba en labor de parto. La espera era grande. Iba a tener a mi segunda hija, estaba muy feliz, pero mi mundo cambió. A las 12:00 de la noche preguntan por los familiares de Ana, como se llamaba mi esposa, le contesté con alegría que era yo. Pensé que ya había dado a luz, cuando viene y se me acerca un médico, me pregunta qué soy de ella, le dije “su esposo”. Mostré mi cedula y me dijo: “debe reconocer el cuerpo”. El mundo se me vino encima, las maletas donde llevaba las cosas de ella y de la bebé se me cayeron, sentí que me desvanecía, solo me dijeron que había muerto por un paro respiratorio, pregunté enseguida por la niña, me explicaron que la habían salvado. Saber que aún tenía a mi hija me llenaba de valor, pero al mismo tiempo pensaba en mi esposa, cómo se me había ido, por qué, qué había salido mal. No entendía nada", relató Kevin.
Cuando pidió ver a su esposa, los médicos le dijeron que primero tenían que explicarle sobre la cesárea que se le había practicado para sacar a su hija.
"Se me explicó cómo habían practicado la cesárea. Entré a un cuarto oscuro, me enseñaron la herida que tenía en el vientre”. Kevín narró que le permitieron abrazarla y cuando lo hizo, sintió su cuerpo como un témpano de hielo, estaba tiesa, lo cual le llamó la atención ya que, presuntamente, acababa de morir. Confrontó a los médicos y les dijo que ella no acababa de morir, que le dijeran la hora que había ocurrido, que le dijeran la verdad, pero estos le dieron la espalda y no contestaron.
Según Kevin, antes de darle la fatal noticia le habían informado que estaba dilatando bien, que había llegado a los ocho centímetros, que gritaba como cualquier mujer en esa labor, pero que de pronto no la escucharon más. Había entrado, según dijeron, en un paro respiratorio, intentaron reanimarla y al no lograrlo, practicaron la cesárea.
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Los familiares de Ana aseguran que era una mujer muy sana, no era primeriza, sus controles médicos estaban al día. Le había aparecido una infección vaginal, pero su ginecólogo había manifestado que de ser positiva la infección solo se procedía a realizar una cesárea para que la bebé no se contagiara, y los familiares aseguran que se puso en conocimiento de dicha situación a los médicos desde el primer momento.
La bebé se mantiene en la Sala de Cuidados Intensivos Intermedio, pesó ocho libras.
El esposo de la víctima pidió que se investigue qué pasó con su esposa, ya que es muy extraño que esa misma noche murió otra mujer en la sala, con el mismo nombre de su esposa, Ana, quien era una profesora. Se enteró por el esposo de la otra mujer, que le dijo que ambas murieron en la misma sala. Solicita llegar a fondo porque solo se le dijo que fue un paro respiratorio y no se le explicó las causas de ese supuesto paro.
El director médico del Hospital Materno Infantil José Domingo de Obaldía, Jhony Parra, informó que Ana Moreno Espinoza murió debido a “una trombo embolia de líquido anmiótico” que desencadenó un paro respiratorio. Confirmó la admisión de una mujer de 25 años, por su cuarto embarazo. Explicó que al registrarse la situación se aplicó reanimación pulmonar, sin resultados y se procedió a salvar a la bebé.
Sobre la otra mujer fallecida, explicó que la misma tenía 38 años y diversas complicaciones, entre ellas obesidad mórbida, diabetes gestacional, piedra en la vesícula.
El hospital de Obaldía recibe al año unos nueve mil nacimientos.