Nadie escuchó nada el día del descuartizamiento. Aguadulce en shock

La muerte de Pablo Monrroy o "Paty" como le decían sus conocidos ha consternado a toda la población de Aguadulce, que aún no creen que semejante atrocidad se haya cometido en una barriada tan tranquila.

Vecinos de la pareja en Altos de Llano Bonito dijeron que el día de los hechos nadie escuchó nada, no hubo ruido en la casa, es más hasta la mujer habló tranquilamente con otra vecina quien le hizo el pago de unos cosméticos que la hoy imputada vendía.

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Familiares de la imputada hablaron con Crítica y dijeron que no creen que Felicita haya hecho eso tan terrible y que piden que se aclare todo, porque supuestamente era víctima de maltrato, donde inclusive hasta Felicita discutió con la abuela por tal situación, según relató la abuela de la investigada.

Pero una perspectiva diferente maneja Eydi De González, quien crió desde los 12 años hasta los 18 a Pablo, en la comunidad de la Ciénega de Capellanía en Natá.
Ella indicó que Monrroy no era agresivo y destacó que hasta ahora conoció que una vez se dio un problema entre el hermano de Felicita y Pablo, donde este último recibió un golpe con un bate.

Aunque los vecinos indicaron que la puerta de la casa 48, se mantenía siempre cerrada, que Felicita no era de hablar mucho, pero que en ocasiones se escuchan peleas dentro de la vivienda.

Antes de la tragedia, la pareja tenía varios días separado. Tres días antes Felicita buscó a Pablo en la casa de la mamá de hombre y de allí se fueron a la casa de Guevara en Altos de Llano Bonito.

Hasta el momento tanto familiares de la imputada como de la víctima resaltan que pudo haber otra persona, por lo que piden que se aclare todo.

Para mañana  a las 10 de la mañana en la Iglesia San José, en la Ciénega de Cape, distrito de Natá, se realizarán las honras fúnebres de Pablo Monrroy, según dieron a conocer los propios familiares.