"A nadie matan por nada"

¡Matadera, sangre, balas y drogas! Una combinación letal que está afectando de manera interna y externa a Panamá debido a una ola de asesinatos que se han registrado en lugares concurridos de la capital.
La pregunta del millón es: ¿qué pasa en las calles del país?
El panorama se muestra difícil y la población ha expresado que la falta de seguridad es una realidad, sin embargo, las autoridades opinan que Panamá sigue siendo un país seguro. La población pone en duda "esa seguridad".
La realidad de lo que ocurre en el país de poco más de 4 millones de habitantes le tocó la puerta al Gobierno de Laurentino Cortizo, quien perdió a Agustín Lara, el subdirector del Registro Público, asesinado en una cancha deportiva, el domingo 14 de noviembre, en medio de una jornada política del Partido Revolucionario Democrático.
Lara fue acribillado por un sicario que llegó en una moto, preguntó por él, caminó al lugar en el que se hallaba, levantó el arma y abrió fuego. El hecho de sangre parece sacado de uno de los capítulos más negros que vivió Colombia y al mejor estilo de la serie: "El Patrón del Mal, Pablo Escobar Gaviria".
El subdirector del Registro Público murió minutos después del ataque.
Uno de los dos involucrados en este crimen fue judicializado y enviado a prisión por su participación primaria en el homicidio, al conducir la moto que trasladó al sicario hacia el distrito de San Miguelito. El hombre de 23 años fue enviado a  prisión por los próximos seis meses mientras se realizan las investigaciones, de acuerdo a las leyes que rigen en el país. 

¿Narcopolítica?
Tras la muerte de Lara, las voces se han alzado afirmando que el narcotráfico se ha colado en la política.
Al ser cuestionado sobre el tema, el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino exclamó que a "nadie matan por nada" al reaccionar sobre el móvil detrás del asesinato.
Pino dijo que están "buscando a la segunda persona (otro colombiano). Ya se ofreció una recompensa de $10 mil y esperemos que prontamente esa persona esté bajo buen recaudo, sea llevado ante las autoridades y siga su proceso, pero a nadie matan por nada y directamente, en su momento cuando se adelanten las investigaciones, daremos a conocer los motivos, pero sería irresponsable que yo le venga a decir a usted los motivos".
El funcionario reconoció que el crimen organizado busca penetrar a las instituciones a través de su poder adquisitivo, sobre todo las de seguridad, y ellos buscan detectarlos.
 

Guerra por droga
El mismo ministro ha declarado que la violencia se debe a las luchas entre las bandas, grupos delincuenciales y el crimen organizado internacional que tiene tentáculos y utiliza la posición geográfica privilegiada de Panamá para el trasiego.
La estrategia montada para frenar esta violencia es el decomiso de drogas, que según cifras oficiales ofrecidas por el Ministerio de Seguridad, hasta octubre era de 98,6 toneladas, mayormente cocaína.
Las autoridades califican como un hecho histórico la cantidad de droga decomisada en tan solo 10 meses de este años. En el 2020 se incautaron un total de 84,87 toneladas.
La mayor cantidad de droga va camino a Europa, Estados Unidos y un mercado emergente en el continente africano, donde el kilo de cocaína es astronómicamente costoso.

Valor de la coca
Según la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD) en 2017,  el precio al por mayor de un kilo de cocaína en Europa era de 41.731 dólares, mientras en Estados Unidos se cifraba en unos 28.000. En este último país, el valor del alcaloide ha ido en caída.
Con la pandemia los costos se triplicaron, aunque no hay cifras oficiales  de organismos internacionales.

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Sigue el temor
Según las autoridades panameñas golpear las finanzas de los narcotraficantes con los decomisos, y las millonarias pérdidas económica cobra justicia en las calles
Los ciudadanos de a pie no suman o restan la cantidad de dinero perdido por el crimen organizado ni conocen la estrategia de los organismos de seguridad. Los ciudadanos reclaman que las instituciones actuen para mantener la seguridad en el país, una situación que parece lejana ante los hechos de violencia que se registran.