Vida - 04/1/25 - 07:57 PM

Consejos para una exposición solar segura

Expertos recomiendan que antes de exponerse al sol se debe usar un protector solar contra los rayos ultravioleta por lo menos 30 minutos antes de salir,

 

Por: Redacción/Vida -

Con la llegada de la época verano, uno de los productos que no debe faltar en la bolsa de cada persona es un protector solar.

Expertos recomiendan que antes de exponerse al sol se debe usar un protector solar contra los rayos ultravioleta (UVA y UVB), por lo menos 30 minutos antes de salir, y volver a aplicarlo cada 2 horas. El protector solar se aplica en todas las partes del cuerpo que no esté protegida por la ropa. Generalmente, las personas se olvidan del cuello, la parte superior de los pies y las orejas, son lugares sensibles del cuerpo, incluyendo los labios, para los que, también, existen protectores.

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Según la Dra. Yusseck De Los Ríos, médica general de la Policlínica Don Alejandro de la Guardia, las horas cuando se debe limitar la exposición son de 10:00 a. m. a 4:00 p. m.

La doctora señala que de ser necesario salir, usar sombreros de ala ancha para proteger cuello, cabeza y cara, usar ropa que cubra los brazos y las piernas, lo ideal es buscar siempre la sombra. Esto será una manera más prudente de evitar la luz ultravioleta ya sea por medio de toldas, parasoles, árboles o sombrillas, incluso en la sombra el reflejo de estos rayos puede proyectarse en distintas superficies, por esta razón se aconseja ropa adecuada.

Utilizar camisas, faldas y pantalones, es una opción; la ropa seca provee más protección que la mojada, al igual que la ropa con colores oscuros protegen mejor y las telas con tejidos sueltos protegen menos que las de tejido apretado.

Adultos mayores y bebés

Por otra parte, la piel de los bebés es sensible y las cremas que protegen la piel de ellos no puede ser la misma que las que utiliza un adulto, tampoco es recomendable exponerlos por largas horas a los rayos solares, su hidratación debe ser más constante al igual que su alimentación.

En cuanto a los adultos mayores, llevan un tratamiento similar a los de los niños, pero a ellos se les puede hidratar con frutas altas en líquidos como sandía, mandarina y uvas, por ejemplo.


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